Nada más completar los seis hoyos que dejó pendientes ayer por falta de luz en la segunda ronda del Masters de Augusta, Jon Rahm analizó los cambios que había encontrado en el campo este sábado por la mañana respecto al recorrido que dejó ayer por la tarde. En especial en los greenes, mucho más rápidos, lo que a su juicio permitirá ver una versión más normal de lo que es el Augusta Golf National en la tercera ronda de esta tarde.
Cambios en el campo
«No sabía que iban a poner los greenes tan rápidos, pensaba que iba a estar más parecido a como estaba ayer, pero también entiendo que intentan preparar el campo para la tarde, para la tercera vuelta de por la tarde. El hecho de que el green estaba perfecto y era un putt básicamente recto la velocidad da igual, incluso ayuda, era sólo tocarla y esa bola llega directa al hoyo y es lo que ha pasado. Lo único es acostumbrarse a los putts de después. El del 16 ha sido más de memoria de años pasados con grennes rápidos. Y el del 18, diciéndolo así con mala lengua, lo he tirado acojonado porque la cuesta que tenía y la velocidad de los greenes digo ‘vamos a asegurarnos de dejarla cerca…’ y por eso la he fallado por tanto. Pero bueno, era difícil acostumbrarse, pero lo bueno es que esta tarde van a estar todos rápidos y Augusta va a jugar más como suele jugar».
Menos temperatura que ayer
«Si hablamos sólo de hoy, el cambio es el frío que hacía. La bola iba muchísimo menos por el aire. Ha habido golpes, como por ejemplo en el 16, que son 156 metros lo que yo tenía, y normalmente son tres cuatros de hierro 8, y he pegado uno bastante fuerte y mal y me he quedado corto. Lo mismo en el siguiente, en 17, eran 146 y he pegado un hierro 8 bastante fuerte y en comparación con otros golpes que he pegado había casi un palo de diferencia con los más cortos, casi dos con los largos. Añades eso a la velocidad de los greenes y el campo estaba un poquito más complicado. Se pueden hacer birdies, porque los greenes están asequibles y blandos, puedes dejar golpes cerca y meter putts, pero sí que había algo a lo que ajustarse comparado con ayer».
Acostumbrarse a jugar sin público
«Si no te has adaptado desde junio, mal tema. Entiendo que es Augusta y hay ambiente con espectadores, pero al final llevamos tantos torneos sin ellos que es lo que hay, es lo normal ahora. Lo raro va a ser cuando volvamos y esté lleno de gente. Pero bueno, es lo que he dicho en varias entrevistas, el hecho de que estemos en Augusta, el ambiente y ese algo especial que tiene este campo, hace que el hecho de que no haya espectadores no sea tan diferente. No es lo mismo de siempre, hay alguna diferencia visualmente, pero la esencia del campo y del torneo están ahí así que no hay tanta diferencia».
Menos presión para los ‘novatos’
«En mi opinión, para los que no han jugado nunca un Grande y lo estén haciendo aquí, el hecho de que no haya público les favorece, así de simple. Y es más porque hay ciertos hoyos en los que estás en el tee y oyes gritos y chillidos desde cualquier lado del campo y hay cosas del ambiente que igual te pueden poner un poco más de presión. O impresión en sí el hecho de pegar ciertos golpes. No es que sea negativo para nadie, pero es algo positivo para los que no hayan jugado nunca aquí».
