A estas alturas, ya no quedan dudas de que Jon Rahm es un libro abierto. Sólo hay que mirarle a los ojos cuando se pone delante de los micrófonos para saber su nivel de satisfacción después de cada ronda de golf. El de Barrika no tiene filtro y su aplastante sinceridad sale a relucir siempre, sin excepción. En especial, tras los momentos delicados, como los que ha vivido estos últimos días en el Masters.
Su extraordinaria actuación de las dos primeras rondas, culminada en la mañana del sábado alcanzando el coliderato, se vio oscurecida por una durísima tercera ronda en la que le pasó prácticamente de todo y donde enterró sus opciones de pelear de verdad por la ansiada Chaqueta Verde. Una situación de la que el campeón español ha tomado buena nota con el objetivo de corregir ciertos aspectos de cara a futuros majors.
«Siempre hay alguna ronda en los Grandes que me hace retroceder y me obliga a un milagro los domingos»
Así lo explicó nada más completar su participación en el Augusta National con un domingo en el que, al menos, dio la cara pese a la decepción y las dificultades: «Al menos luché hasta el final, no como ayer, pero estoy un poco cansado ya de eso, de tener que lidiar así con los majors. Siempre hay una ronda que me hace retroceder a lo bestia y, de alguna manera, tengo que hacer un milagro el domingo para poder tener una oportunidad. Espero poder solucionar este tema».
¿De qué forma piensa cambiar esta tendencia y tener por fin una buena opción de pelear por su primer Grande? De momento, dejando pasar el tiempo y cambiando el chip de cara al próximo año: «Como supongo que le ocurre a mucha gente este año, esperando dejar atrás de una vez el 2020 y mirando exclusivamente hacia el futuro».
«Es como si tuvieras que presionar el botón de borrar todo lo aprendido esta semana porque nunca se volverá a jugar así»
Y pensando concretamente en el Masters, con la confianza de que en abril se encuentre con el verdadero Augusta National, el de los greenes duros y rápidos, el campo en el que fallar una calle se convierte en un drama: «¿Sabes? Espero que lo pongan lo más firme posible, todo lo contrario de lo que vimos esta semana. He bromeado al respecto con Patrick Reed y Sebastián Muñoz mientras caminábamos por los últimos hoyos. Es como si tuvieras que presionar el botón de borrar todo lo aprendido esta semana porque nunca, nunca se volverá a jugar así».
«Espero que en abril veamos todo lo contrario y nos encontremos con un Masters más desafiante»
Jon está convencido de que algunos de los golpes que pegó esta semana no podrán reproducirse en futuros Masters por las distintas condiciones de juego, tanto por la preparación del campo como por la climatología. «Algunos golpes que pegamos entre los arbustos, pensando que hacer, o el tiro del 15, con un hierro 4 que aterrizó a un metro de hoyo y se quedó ahí, nunca se volverán a jugar así. Así que espero que veamos todo lo contrario y nos encontremos con un Masters más desafiante».
