El parte meteorológico de la semana del Masters de Augusta trae sorpresas mayúsculas cuando apenas quedan nueve días para que arranque la primera jornada. Como es lógico, las previsiones son más certeras y detalladas según pasan los días, por lo que ahora mismo se hace ya necesario informar de que el tiempo que se van a encontrar los jugadores durante los días previos a la competición, así como a lo largo y ancho de las cuatro jornadas de juego, será verdaderamente inusual, casi único…
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Calor. Mucho calor para lo que suele encontrarse uno en Augusta, Georgia, a mediados de noviembre. Después de consultar hasta cuatro páginas especializadas en la previsión meteorológica (Wether, Accuwether, wunderground y eltiempo) todas coinciden en un aumento considerable de las temperaturas para la semana que viene, hasta el punto que, si hacemos un resumen y una media de lo que todas señalan, la temperatura mínima se movería en un rango que iría de los 14 a los 18 grados (increíble a todas luces), y la máxima se iría a un rango que se mueve entre los 24 y los 28 grados (demencial).
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Phil Mickelson y Tiger Woods se referían hace unos días a las posibles condiciones de juego que podrían darse en el Augusta National en esta edición del Masters, recalcando que quizá se parecieran un poco a las que vivieron en 2007, cuando ganó Zach Johnson una de las ediciones con tiempo más frío que se recuerdan. Concluían ambos que este escenario afectaría al modo y manera de afrontar los pares 5, por ejemplo, puesto que ya no iba a ser nada sencillo tirar de dos a green en muchos casos. Pues bien, esta sorpresa que prepara la Madre Naturaleza lo cambia todo en ese sentido…
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Eso sí, según dichos partes, va a ser también una semana más bien inestable y más bien húmeda, con posibilidad cierta de lluvia el jueves y también durante el fin de semana. Y ventosa. No se anuncian huracanes, pero el viento no va a dejar de soplar ninguno de los cuatro días con una intensidad media que va de los diez a los veinte kilómetros por hora. Incluso, alguna página especializada anota rachas de hasta cuarenta kilómetros por hora en momentos determinados. Guasa, mucha guasa.
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Algunos datos para hacernos a la idea de lo sorprendente que resultan estos registros meteorológicos respecto a las altas temperaturas. Si tomamos como referencia el 12 de noviembre, fecha del inicio del Masters, el máximo histórico de temperatura ese día era de 26 grados centígrados, así que estamos hablando de unos picos de 27 o 28 grados que no se habían dado nunca en Augusta a estas alturas del otoño. Además, la media histórica en ese mismo día, 12 de noviembre, ha sido hasta hoy de 18 grados de máxima y 7 grados de mínima, muy por debajo de las citadas previsiones, sobre todo en el caso de la mínima, pues este año al menos se doblará ese registro (de 7 grados a 14).
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Como se ve, todo lo que rodea a este Masters es absolutamente único y especial: en noviembre, sin público y con unas temperaturas excesivas para lo que suele darse. Veremos si en la parte estrictamente deportiva se dan también sorpresas descomunales…
