Uno de los momentos más emotivos para todos los jugadores que consiguen ganar por primera vez un Masters es la visita al famoso vestuario de los campeones del Augusta National. Un rincón de la Casa Club en el que los privilegiados que han logrado vestirse con la Chaqueta Verde comparten un especio muy especial, con sabor a historia, taquillas de madera personalizadas y una espectacular vitrina con el trofeo más preciado del mundo del golf.
Rory McIlroy tuvo la oportunidad de vivir esta experiencia el pasado domingo, después de una ronda final inolvidable y tras imponerse a Justin Rose en el playoff. El norirlandés disfrutó y saboreó cada instante en un lugar mítico del famoso recorrido de Magnolia Lane que, de ahora en adelante, le recibirá cada año, compartiendo espacio y lugar de confidencias con otras leyendas del Masters que año tras año vuelven a Augusta en abril para disfrutar del torneo por su condición de campeones.
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