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ES DE GRANITO

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Tiger Woods (-7) no muestra un solo resquicio. Está inconmensurable. Devuelve y multiplica los escasos guantazos que recibe del campo. Su 15º ‘major’ está en camino. La segunda jornada del PGA Championship ha finalizado con el Número Uno como líder consolidado. Más que consolidado: saca cuatro golpes a sus inmediatos perseguidores…La Armada española, por contra, ha sufrido el viernes un tremendo correctivo: Sergio García (+5) se quedaba fuera del corte con un doloroso doble bogey en el hoyo 18; Álvaro Quirós (+1) y Gonzalo Fernández Castaño (+3) dilapidaban su renta; y Miguel Ángel Jiménez (+4) fue el mejor de los cuatro con un 73 en su tarjeta. Al menos, estos tres sí estarán el fin de semana, lo que no deja de ser un rayo de luz entre los nubarrones.

Tiger había sufrido en el inicio de su ronda. Pero metió putts de par muy valiosos que acolcharon la caída. Después le tomó la medida al viento y a los greenes, se estabilizó… Y comenzó su inexorable escalada, sólo frenada en el hoyo 18, donde firmaba un bogey pegando desde el centro de la calle. Increíble, pero cierto. Mañana sale con Vijay Singh en el partido estelar.

La vuelta de Quirós tuvo que ser desesperante para el propio jugador: cuando mandaba en el campo, por juego y resultado (llegó a ser líder con -4, igualando con Tiger), falló muy buenas opciones de birdie (hoyos 5, 6 y 9, por ejemplo) que le hubiesen disparado, con putts de entre tres y cuatro metros que no quisieron entrar. Después, cuando perdió algo de confianza, los bogeys cayeron por inercia, sobre todo en los segundos nueve. Se encuentra a ocho golpes de la cabeza y a sólo tres del top-ten… Mucho que hacer y decir, por más que ahora no consigamos quitarnos de encima el ‘marrón’ de la cabeza.

Gonzalo Fernández Castaño sufrió dos cortocircuitos terribles: uno en el hoyo 12, donde pateó cuatro veces, y otro en el par 5 del hoyo 15, donde un chip se le quedó muy corto y luego tripateaba… Experiencia, experiencia y experiencia: quizá sea esta la moraleja positiva que haya que sacar de los resultados de Quirós y Fernández Castaño. Cada error, cada desilusión, hace callo y puede y debe servir de lección. Sinceramente: aunque el periodismo sosegado y templado (analítico) no esté de moda («eres una madre», te dicen…), hay que convenir que a día de hoy no podemos exigir mucho más a estos dos jugadores. Pero si ellos quieren, si realmente se lo trabajan, tienen tanto como golf como la inmensa mayoría. Está más que demostrado.

Lo de Sergio es más serio, porque el español viene luchando por salir de esa zona de claros y oscuros en la que se mueve hace tiempo, y no termina de sacar la cabeza. Se le presenta ahora además un problema con su calendario: necesita cumplir con los quince torneos del PGA Tour para mantener la tarjeta en Estados Unidos y ahora mismo lleva trece y no está inscrito para el torneo de la semana que viene, el Wyndham; como quiera que su clasificación en la FedEx Cup sólo le asegura su participación en el Barclays, primer torneo de los play offs finales que se disputa inmediatamente después del Wyndham, se la tendrá que jugar en esta cita a una carta para no volver a Estados Unidos en octubre o noviembre…

Aunque el horno no está para bollos, y el juego de Sergio tampoco, no deja de ser un reto apasionante y comprometido (así lo vemos nosotros): es la hora de sacar la garra y el talento. No hay vuelta de hoja. A por el Barclays sin miramientos.

Las mejores vueltas del día fueron los 68 que firmaron Ross Fisher (-3), Ernie Els (-1) y Tim Clark (PAR). Fisher se tambaleó al final con dos bogeys, después de haber mantenido a este ese  momento el nivel de juego más alto con tiros impresionantes. Este joven ingés sigue llamando a la puerta… Poulter y Westwood, ambos con -2, tambíen se han posicionado, completando así la carga inglesa de la jornada.