Sergio García (+6) ha terminado el Open Británico con una vuelta de 71 golpes. Ha tenido de todo: cuatro birdies, tres bogeys y un doble bogey. Ha sido una especie de tobogán…«Ha sido una vuelta extraña. Cada vez que hacía un birdie y sacaba un poco la cabeza en la vuelta, la liaba en el siguiente hoyo y me metía otra vez en el pozo», señala.
El de Borriol aún lamentaba la vuelta de ayer, aunque prefiere ver las cosas de una manera positiva. «El sábado fue duro. No puedo decir que haya sido un open negativo, pero claro que me hubiera gustado estar luchando por la victoria. Es una lástima», afirma.
Sea como fuere, Sergio mira hacia adelante y se muestra optimista. Cree que su juego y su cabeza están cada día mejor y ya piensa en las citas del Bridgestone y el PGA Championship. «Hace tres meses estaba a un 25 por ciento y ahora me encuentro a un sesenta. Todavía quedan cosas por mejorar, un poquito de todo: juego largo, juego corto y confianza», añade.
Precisamente la confianza es lo que más parece tambalearse en el juego de García a día de hoy. Todavía nos las tiene todas consigo. Se muestra positivo, pero cuando las rondas se tuercen aún le cuesta enderezarlas. Es cuestión de tiempo».
Ahora, Sergio descansará durante una semana y después se pondrá a trabajar en Castellón para preparar el las dos próximas citas en Estados Unidos.
