Inicio PGA Championship PGA Championship 2009 Sueños y reflexiones de Gonzalo desde Turnberry

Sueños y reflexiones de Gonzalo desde Turnberry

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Vijai Singh se marchaba del putting green del Ailsa Course pasadas las seis de la tarde. Iba con el gesto torcido porque había fallado unos cuantos putts de metro y medio durante la práctica. También debía estar sorprendido al comprobar que no era el último en irse. Ahí estaba aún Gonzalo Fernández Castaño, dándole vueltas a su putter, grabándose en vídeo para analizar el movimiento…

Algo no termina de ajustarse y tiene mosca al madrileño. «En Loch Lomond tuve un primer día extraordinario de putt. A partir de ahí estuve flojo y el último día… creo que no he pateado tan mal como el domingo nunca. En 18 hoyos sólo metí un putt medio qué en el 10, para par desde un metro y medio. El resto, nada. Había perdido las sensaciones. En el PGA, Stan Utley (gurú norteamericano del juego corto), me bajó un poco las manos, pero yo veía que el palo no se movía como debía hacerlo. Estaba volviendo a mi movimiento anterior y eso es lo que no quiero», explica desde uno de los bancos del vestuario de Turnberry, mientras Justin Rose termina de ordenar su taquilla.

 

Al margen de estos pequeños detalles con el putt, que dicen mucho del perfeccionismo de Gonzalo, lo cierto es que su juego se encuentra en un buen momento, dispuesto a todo en este The Open Championship. «Le tengo un cariño muy especial a este torneo porque fue mi primer Major y siempre he soñado con ganar el British. No son pocas las veces que estando de prácticas he dicho este putt para ganar el Open. Además, me gustan mucho los links y no tenemos muchas oportunidades de jugarlos, requiere de una gran variedad de golpes», señala.

Gonzalo no tiene dudas respecto a su temporada. «Es extraordinaria. El trabajo con Mariano y José Carlos (sus entrenadores) ha sido muy bueno y se está notando en los resultados. Me siento también más estable con el putter. No puedo pretender cambiar el swing de putt en febrero y meterlas todas desde el primer día. Noto que estoy madurando cada día. El sábado jugué el mejor golf de mi vida y el domingo, siendo un día mediocre, fue un día mediocre bueno. Me quedo con mi actitud. Aunque no estuve bien, si llego a meter el putt de birdie en el 16 es posible que otro gallo hubiera cantado… No cambio mis cuatro segundos puestos por una victoria», asegura.

Eso no quita que no tenga mono de levantar un trofeo. Mucho más si hablamos de un tipo que ya tiene cuatro, uno por cada temporada en el Tour. «A mí lo que me gusta es ganar, pero a todo, no sólo al golf, también al parchís. Me da rabia cuando no gano y aunque exteriormente soy un señor en las derrotas, por dentro me corroen las entrañas. Pero bueno, si sigo jugando así, espero que llegue pronto».