Todavía hay PGA Championship. Tiger Woods (-8) sigue siendo líder indiscutible, pero al final de la tercera jornada ha dejado abierta la puerta de atrás para que se cuele todavía algún osado aspirante. Si recordamos la estadística, la cuestión está zanjada, porque Woods siempre ha ganado un ‘major’ cuando ha salido de líder el último día: catorce de catorce. Pero quién dice que dicha estadística no puede romperse algún día, del mismo modo que puede y debe romperse alguna vez su extraña viceversa: Tiger nunca ha ganado un grande recuperando desde atrás…
Ahora mismo saca dos golpes a sus inmediatos perseguidores: el sorprendente coreano de 37 años Y. E. Yang (-6), que ha firmado la mejor tarjeta del día (67) y que mañana saldrá en el partido estelar, y Padraig Harrington (-6), que ha dado hoy otra lección de inmenso poderío y coraje.
¿Qué ha ocurrido con Tiger? Ha estado espeso. Soso. Trabado y sin brillo. En otras circunstancias estaríamos hablando de una jornada final mucho más abierta, pero los trabajadísimos recursos de Woods le permiten firmar una vuelta bajo par (71) incluso en estas situaciones. Y eso que aún fallaba un putt de dos metros para birdie en el hoyo 18… Vijay Singh (PAR), por ejemplo, jugó de tee a green mucho mejor que Tiger en los primeros nueve hoyos, pero sus errores garrafales con el putter, dejándose en el camino hasta cuatro ocasiones de birdie de menos de metro y medio, terminaron pesando lo suyo. Eso sólo lo aguanta una cabeza privilegiada (y trabajadísima…), como la de Tiger.
Lo de Yong Eun Yang tiene su miga. Se trata de un jugador muy peligroso, pero que muy peligroso, cuando está en racha. En 2006, por ejemplo, ganaba el HSBC superando a Tiger el domingo, que acabó segundo, si bien no jugaron en el mismo partido y el coreano salía en aquella ocasión con ventaja. Este sábado ha jugado realmente bien, todo un prodigio con los hierros de calle. Aparentemente, eso sí, no parece rival para Tiger un domingo de ‘major’…
Harrington llegaba al 18 con -7, pero firmaba aquí su único bogey del día, quedándose fuera del partido estelar. Ni que decir tiene que el irlandés no regalaría un golpe a nadie, y menos a Tiger, pero puede que la operación al final no sea tan mala, y que le venga mejor ir en el partido de delante, junto a Henrik Stenson (-4). El sueco fue otro de los triunfadores del a jornada (68 golpes), lo mismo que pudo serlo Ernie Els (-3), que había llegado al -6 y que acababa con bogeys en el 16, 17 y 18. Una auténtica tragedia. Aún así, ni siquiera a él hay que descartarlo. A Harirngton hay que darle algo más que el beneficio de la duda. Está muy entero, muy fuerte, muy convencido.
¿Y Quirós? (VER CRÓNICA DE SU JORNADA). Pues si somos realistas, parece demasiado lejos del liderato, a pesar de su decidida carga en esta tercera jornada. Necesitaría seguramente un 65 como mínimo y ni siquiera así tendría nada garantizado… Pero el top-ten, incluso un top-five y algo más, están a su alcance (ahora mismo es 8º, a cuatro golpes de los segundos…).
Pero hay torneo. Hay PGA. Se reaviva la emoción… Y así será hasta el final si el Tigre no ruge desde el principio.
