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Y el augurio se hizo carne

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Ya lo avisaba ayer Pablo Larrazábal a TENGOLF. «Es como si este campo estuviera hecho a la medida de Miguel. Para mi es uno de los candidatos principales a la victoria». Lo decía después de compartir con él 45 hoyos de entrenamiento en el Ailsa course. Dicho y hecho…

Miguel Ángel Jiménez estará a estas horas apurando su habano, reuniendo a su gente para cenar y en la ‘ardua’ tarea de escoger un buen whisky escocés para celebrar que es el primer líder del Open Británico de Turnberry, en el Ailsa Course. Así, como suena.

El malagueño ha firmado una tarjeta de 64 golpes (-6) y aventaja en uno a Tom Watson y Ben Curtis, dos ganadores del Open Championship (hay que ver el extraordinario rendimiento de Curtis últimamente en los ‘majors’. Ojo con este hombre del que nadie suele acordarse hasta que se le ve metido ahí arriba el domingo…).

Jiménez ha firmado una vuelta magistral, con seis birdies y ningún bogey. Su juego largo ha estado extraordinariamente preciso. El malagueño ha encarnado hoy el ‘ritmo puro’ del golf. Soltura. Precisión. Bolas volando al antojo de su último golpe de muñeca. Iba como flotando, metido en una burbuja. Sólo ha fallado dos calles y únicamente por uno y dos metros. Hoy ha confirmado que su juego lleva una línea ascendente en las últimas semanas. No empezó bien la temporada, pero sus últimos registros invitaban a la esperanza. Fue cuarto en el BMW International y decimotercero en Loch Lomond. Nunca se desesperó. «Hay que ser paciente y seguir jugando al golf cuando no te va bien», ha recordado hoy.

Sólo le faltaba redondear las vueltas con una buena jornada de putter. Y ha sido aquí, en Turnberry, dónde mejor, para liderar por primera vez en su carrera un Grande tras la primera jornada.

«Me he sentido mejor en los greenes. Esta semana he probado hasta tres putters diferentes y finalmente me he quedado con uno que, a la vista está, ha dado resultado. Además, he cambiado algunas cosillas que también han funcionado», señalaba al final de la vuelta.

Jiménez nos ha puesto los pelos de punta. Se ha puesto líder en solitario tras embocar un putt de 20 metros en el hoyo 18. La grada retumbó y se escuchó un ¡óle! en la sala de prensa. Torero. Como él. «Me encanta el público escocés porque es muy entendido. Y si además jugamos con este tiempo, en manga corta, es que me siento como en mi casa», aseguraba.

En realidad, si algo distingue a este jugador es el convencimiento que siempre tiene de poder pelearle lo que sea a los mejores. Jiménez o la fe en sí mismo.

Miguel ya jugó en este campo en 1994. Entonces tenía 30 años, disputaba su segundo Open Championship y no pudo pasar el corte. Hoy ha empezado su decimoséptimo Open. Nunca es tarde, y mucho menos en un recorrido como este. “Es fantástico ver ahí a Tom Watson. Está claro que la experiencia es también importante en golf, y yo diría que aún más en los links. Quizá por eso estemos ahí algunos jugadores veteranos”, explicaba el malagueño.

Hoy la meteorología ha sido benigna con todos los partidos. Muy poquito viento, temperatura casi primaveral… Mañana, además, y al menos aparentemente, Miguel sale en magnífica disposición, puesto que juega a partir de las 8,42 (una hora más en España), un momento del día en el que suele soplar menos el viento. “El día de hoy ha sido extraordinario desde que me he levantado y he visto el mar absolutamente quieto. Lo único que puedo pedir para mañana es que las condiciones de juego sean iguales para todos”, puntualizaba.

Álvaro Quirós (+1) ha luchado contra el Ailsa course con bravura y, por momentos, doblegando esa desconfianza en su juego de la que hablaba con TENGOLF esta misma semana. Recién superado el meridiano de la vuelta apuntaba incluso a top ten con un parcial de -2, pero un doble bogey en el hoyo 12 y un bogey final en el 18 lo relegaban. Hay una clara lectura positiva: ha mejorado su juego de tee a green. Ha encontrado la manera de ser más fiable que en semanas anteriores. Y, además, está en tiempo y margen para hacer todavía grandes cosas, aunque mañana quizá necesite jugar bajo par para estar el fin de semana (es imposible predecir el corte; si al viento le da por soplar el escenario cambiará decisivamente).

El de Guadiaro lamentaba su juego en los greenes. Realmente no termina de redondear una vuelta consistente en todas las parcelas. Hoy ha tenido opciones de birdies más o menos razonables, pero no ha embocado casi ninguna.