Gonzalo Fernández Castaño ha reforzado esta semana su posición entre los mejores del mundo. Está muy cerca, cada vez más, de la primera línea de fuego del golf mundial. El madrileño ha completado un gran PGA Championship. Fue reclutado a última hora tras finalizar de forma brillante el Open de Irlanda y al final ha sido el mejor español, a un puesto tan sólo del resultado más importante de su carrera en un grande. Al margen de los datos estadísticos, ya saben, birdies, bogeys, número de putts, calles cogidas…, lo más importante que nos deja esta semana Fernández Castaño son las sensaciones…
En ocasiones, a Gonzalo le cuesta creerse que tiene juego para competir de frente con los mejores del mundo. Ya ha demostrado sobradamente que tiene un sitio preferente en el Circuito Europeo. No en vano, ha ganado en cuatro ocasiones y lleva cinco años consecutivos disputando la Race to Dubai, antes llamada Volvo Masters. Le falta sentirse importante en las citas grandes, verse de igual a igual entre la creme de la creme y semanas como ésta deben servirle para seguir eliminando dudas. En Whistling Straits ha estado durante muchos momentos al nivel de los mejores. Su juego no ha desmerecido al de nadie. De hecho, han sido sólo pequeños detalles los que han impedido que acabe más alto. Sí, Gonzalo es ambicioso y entiende que quizás son esos pequeños detalles los que distinguen al número 1 del mundo de los demás. Pero también es cierto que en su caso cada vez hay menos detalles de éstos y son más pequeños.
Ha tenido rachas de juego en el PGA soberbias. El primer día jugó de escándalo. De tee a green nadie pudo levantar la mano diciendo que fue mejor. Se le escaparon algunos putts, de acuerdo, pero esta semana ha demostrado que el cambio introducido tras su charla con Olazábal ha surtido efecto. Está más seguro en los greenes, mide mejor la fuerza y la bola aguanta la línea de manera más consistente.
Los dos primeros días ha estado metido en el top ten con holgura, disputando incluso el liderato del torneo en algunos momentos. El tercer y cuarto día ha aguantado perfectamente el tirón y sólo el bogey y doble bogey final de ayer han impedido que esté más cerca del top ten, posiblemente el sitio que se ha merecido en Whistling Straits por su juego.
Un dato que ayuda a entender el nivel de Fernández Castaño en Wisconsin. Ha hecho birdie a los dos hoyos más difíciles del campo, que serán, ya lo verán, dos de los más difíciles de la temporada en el PGA Tour. Se lo hizo al 18 el tercer día (sólo se han hecho 14 durante toda la semana) y se lo hizo ayer al 4 (sólo se hicieron 18).
Gonzalo afronta ahora el final de la temporada buscando esa victoria que se le resiste desde 2008 y con el firme objetivo de meterse entre los 100 primeros del mundo. En la Race to Dubai ha dado un pequeño salto y está más cómodamente instalado entre los 60 mejores. Ocupa el puesto 48º, por lo que su presencia en Dubai está cada vez más próxima, aunque aún hay que rematarla.
