Inicio PGA Championship PGA Championship 2010 Kaymer gana el PGA en un final trágico y memorable

Kaymer gana el PGA en un final trágico y memorable

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Martin Kaymer (-11) ha ganado la 92ª edición del PGA Championship, después de derrotar en un play off de desempate disputado a tres hoyos a Bubba Watson. El alemán estrena así su palmarés en los 'majors' a los 25 años de edad. Era carne de cañón y éste es de los que no desperdician oportunidades así como así…

Su triunfo, además, quedará enmarcado para la posteridad, porque lo ocurrido este domingo en Whistling Straits muestra desde ya mismo un aura legendaria. ¿Por dónde comenzar el análisis? No queda más remedio que hacerlo con un viejo dicho: la realidad, definitivamente, siempre supera a la ficción… 

Y si no, repasen por un momento lo ocurrido en los últimos instantes del torneo:

1. Bubba Watson, con un gran 68 en un día realmente complicado por el viento y la dureza de los greenes, dejaba por delante de los últimos partidos un gran resultado de -11. Mucho antes, Mickelson (-6) había entregado la mejor tarjeta del día (67 golpes) en un postrero, bello e infructuoso intento de asaltar el trono mundial.

2. El líder al inicio del día, Nick Watney, se despeñaba en los primeros nueve hoyos (43 golpes en este tramo…), con un doble bogey en el hoyo 1 para abrir boca. Desde ese mismo momento el abanico de candidatos se abría a casi 18 jugadores que se agrupaban en cuatro o cinco golpes de margen. De locos.

3. Steve Elkington (-9) lamía el hoyo en el 16 para eagle, para terminar con bogeys en el 17 y 18. La opción más veterana (47 años lo contemplan) también tuvo su momento de gloria, toda vez que Jim Furyk se deshacía como un azucarillo por los nueve segundos hoyos cuando realmente aparecía como claro favorito. Tremendo.

4. Rory McIlroy (-10) desaprovechaba jugosas y numerosas opciones de birdie durante el día, y aún erraba un putt de birdie final en el 18 que le hubiese llevado al play off.

5. Martin Kaymer embocaba un putt de par de unos cuatro metros en el hoyo 72 para empatar con Watson. Antes, había embocado otro de unos tres metros para par en el temible 17. Letalmente oportuno. En el momento de la verdad, el de los grandes campeones.

6. Dustin Johnson, en el último partido, perdía calle en el par 5 del hoyo 16. Tampoco la encontraba tras pegar el segundo tiro… Y con un approach mágico dejaba dado el birdie. Acto seguido, un nuevo birdie en el 17 después de pegar un tirazo desde el tee en este largo par 3, le dejaba a las puertas de la gloria con un parcial de -12… Comenzaba un dramático desenlace.

7. El bogey en el 18 le valía a Johnson para salir al desempate. Perdía la calle y su bola iba a parar a uno de los 967 bunkers del Wisthling Straits. Uno que andaba al otro lado de las cuerdas, maltratado por el ingente paso de aficionados. Pero bunker al fin y al cabo. Allí, el mismo gran jugador norteamericano que perdiera el US Open en Pebble Beach en un domingo aciago y para el olvido, apoyaba el palo en la arena del obstáculo. Un descuido asesino, Dustin, porque eso supone dos golpes de penalidad…

8. Johnson aún se dejaba un putt de par (supuestamente…) en el green del 18, sin saber nada todavía de la penalización que le iba a caer encima. Pateaba desde dos metros para ganar el PGA y fallaba. Inmediatamente, le comunicaban  que ni siquiera pdría salir a jugar el desempate. Después de analizar una y otra vez la infracción en televisión, el jugador terminaba firmando un terrorífico 7 en la casilla de su tarjeta correspondiente al hoyo 18. El destino y la fatalidad han golpeado duro, muy duro, a Johnson en los dos últimos meses. Tuvo cerca el US Open y ha tenido casi en la mano el PGA. De manicomio.

9. En el play off (hoyos 10, 17 y 18), Watson tomaba la iniciativa con birdie en el 10. Kaymer respondía con un pletórico birdie en el 17… Y en el 18, el alemán se imponía con bogey, embocando un último putt agónico que no llegaba al metro de distancia, después de que ambos fallaran la salida desde el tee y Watson se fuera al agua del arroyo que parte en dos la llegada al green en su segundo tiro. El orden de juego en el segundo tiro tuvo una importancia capital, puesto que Kaymer, una vez que vio a su rival en el agua, jugó con inteligencia a colocar para tirar de tres a bandera. Lo curioso, como detalle final, es que Watson tuviera que pegar primero, siendo como es uno de los mayores pegadores del mundo… Era el guiño final del mejor guión de suspense deportivo de los últimos tiempos, redactado a sangre y fuego sobre el pasto de un bello recorrido de Wisconsin.

Mucho antes de todo esto, Gonzalo Fernández Castaño (-1) había vuelto a bordar el golf. Y de nuevo nos quedamos con la sensación de que este deporte no ha sido justo con él. Un doble bogey final en el 17 (lo cierto es que aquí pagaron peaje muchos…) terminaba de afear una espléndida tarjeta y jornada de juego. De todos modos, ese 33º puesto final del español es un buen resultado. Es una pista más de su enorme valía y de lo que puede ocurrir de aquí en adelante. Un paso más hacia y entre la élite del golf. Un acicate para su trabajo.

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