Inicio PGA Championship PGA Championship 2013 ¿Cómo llega La Armada española al PGA Championship?

¿Cómo llega La Armada española al PGA Championship?

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El año 2013 transcurre paulatinamente sin que el golf masculino español consiga de momento sumar una victoria en los grandes circuitos. A pesar de todo, la Armada sigue haciendo ruido a su manera en las grandes citas, así que no debe mirarse con pesimismo al cuarto y último ‘major’ de la temporada, el PGA Championship, que comienza mañana…
Hagamos un repaso. Sergio sacó un buen top-ten en el Masters, un notable top-5 en el WGC Cadillac de Doral y luchó hasta el hoyo 71 por el THE PLAYERS. Gonzalo Fernández Castaño cayó en tercera ronda en el WGC Accenture match play y por lo tanto también añadió este top-ten en un campeonato del mundo, y luego se metió de nuevo entre los diez primeros en el US Open. En el tercer Grande de la temporada, el Open Championship, Miguel Ángel Jiménez salió de líder el sábado y rozó el top-ten  al final, si olvidarnos del 15º puesto del debutante De la Riva. Finalmente, Jiménez conseguía la pasada semana un gran cuarto puesto en el WGC Bridgestone Invitational, el tercer campeonato del mundo del calendario. Habría que añadir, además, sendos cuartos puestos del propio Jiménez y de Alejandro Cañizares en Wentworth, la gran cita del calendario regular del circuito europeo. No es un balance que esté al alcance de cualquier ‘armada’…

En el Oak Hill Contry Club (Rochester, NuenaYork) se encuentran cinco de los nuestros: Sergio García, Gonzalo Fernández Castaño, Miguel Ángel Jiménez, Rafael Cabrera Bello y Pablo Larrazábal. A priori, y en honor a la verdad, cuesta un mundo situar a alguno de ellos como claro candidato al triunfo. Pero a todos ellos, sin embargo, les va que ni pintada la etiqueta de interesantes ‘outsiders’. Una posición cómoda para iniciar la batalla. Analicemos una por una las posibilidades de la Armada.

Sergio García. Con el castellonense suele ocurrir que parece que lo está haciendo peor de lo que en realidad dicen sus resultados. Y tiene algunos muy buenos esta temporada. Le falta ese triunfo que todo lo adorna. El PGA es el ‘major’ en el que más veces se quedó fuera del corte (6) en su carrera, tres de ellas en los últimos cuatro años, pero también acumula grandes resultados (dos segundos puestos en 1999 y 2008 y un tercero en 2006). Su juego de la semana pasada en Akron dejó muy malas sensaciones desde el tee, uno de sus puntos fuertes. Y en Oak Hill es imprescindible poner la bola en juego debido a un rough realmente penalizador. García mejoró el fin de semana y, además, él es puro ‘feeling’, así que cualquier cosa puede ocurrir, incluso que se dé una opción de victoria en su 58ª presencia consecutiva en un Grande.

Gonzalo Fernández Castaño. Su temporada sigue siendo buena y sólida a todas luces, pero ha perdido algo de chispa en sus últimas apariciones. Un apunte a su favor: jugando algo mejor o jugando algo peor da siempre la sensación de estar dentro del torneo. Si tiene una buena semana de putt seguro que puede meterse arriba. Su juego de tee a green estuvo muy por encima del resultado en algunas jornadas recientes, tanto en el British como en el Bridgestone, así que al madrileño, actualmente, siempre hay que esperarlo.

Miguel Ángel Jiménez. A bote pronto, este hombre incombustible es el que llega en un mejor momento de forma y confianza de los cinco, a pesar de esas molestias que arrastra en un codo. No hay manera más sencilla de expresarlo que la que él mismo utiliza: “le estoy pegando muy bien a la pelota”. Así se ha demostrado en Muirfield y Firestone. El PGA no se le ha dado especialmente bien a lo largo de su carrera. Miguel suma en su carrera ocho top-ten en los Grandes y sólo uno en el PGA: fue décimo en Medinah en 1999, el año que Sergio terminó segundo. Pero a partir de ahí su mejor resultado fue el del año pasado (27º en Kiawah).

Rafael Cabrera Bello. Al canario le pilla en un buen momento este ‘major’. Lleva unas cuantas semanas mejorando poco a poco sus prestaciones, sobre todo con el putter, pero en general en todas las parcelas del juego, tal y como demostró por ejemplo en un jueves de órdago en Muirfield. Digamos que Cabrera está rondando algún pelotazo, aunque quizá sea demasiado atrevido asegurar que pueda darlo en un Grande. Lo que está claro es que él aprende rápido y ya no es un novato en este tipo de citas. Se marchó muy decepcionado del Open tras un fin de semana muy ingrato. Veremos en qué transforma toda esa rabia…

Pablo Larrazábal. Es el cuarto PGA que disputa y su octavo Grande. Su temporada está siendo buena, tranquila, sólida. Le falta rematar porque pierde pie en los greenes cuando va bien situado arriba, que han sido unas cuantas veces este año. Eso no es una buena noticia en unos greenes, los de Oak Hill, que van a estar de vértigo. Pero hoy en día es un jugador mucho más fiable que hace doce meses y este es su primer y único ‘major’ de la temporada. Llega motivadísimo. Ayer jugó con Miguel Ángel Jiménez nueve hoyos y ya demostró que anda fino y con temple. Si funciona el driver y pone la bola en juego con regularidad, sus hierros actualmente tienen poco que envidiar a nadie.