El turno matutino de juego de la segunda jornada del PGA ha finalizado en el recorrido Este del Oak Hill Country Club. El campo, de nuevo, estaba mojado porque de hecho se ha jugado bajo la lluvia en algunas fases de la mañana en Rochester. Pero la selección por arriba es de cinco estrellas: el actual ganador del Masters, Adam Scott (-7) es el líder provisional después de entregar un 68, y en segunda posición se ha situado el actual ganador del US Open, Justin Rose (-6).
El inglés se ha desmelenado con un juego que ha rozado la perfección por momentos, hasta el punto de tirar sólo 29 golpes por sus segundos nueve hoyos (salió por el 10). Ambos van en busca de un doblete de ‘majors’ en el mismo año. El último que lo logró fue Harrington en 2008. Años antes, por supuesto Tiger lo hizo en cuatro ocasiones. Pero no es una situación habitual en el golf mundial.
Miguel Ángel Jiménez (PAR) no ha podido ganar hoy al campo (72 golpes). De nuevo ha protagonizado unos nueve primeros hoyos (salió por el 10) de vértigo: tres birdies, dos bogeys y dos dobles bogeys. Anda vivo y coleando, por supuesto, aunque en esta ocasión ha sufrido mucho daño en este tramo. Después, encadenaba ocho pares consecutivos y terminaba con birdie en el 9, su último hoyo.
Al fin y al cabo, ha pasado el corte sobrado después de haber firmado cuatro ‘doblatas’ en 36 hoyos. No es tan sencillo. Y es, desde luego, una lectura positiva de su situación, porque si algo ha demostrado también el malagueño es que esta semana tiene birdie para dar y tomar. Está jugando valiente y decidido, preciso con los hierros y las maderas de calle, pero le está faltando un pelín más de consistencia desde el tee. Siempre compensa en todo caso ver la botella medio llena…
El corte ya está en +3 y es posible que llegue al +4 al final del día. Donde no va a llegar es hasta el +6, acumulado de Gonzalo Fernández Castaño una vez finalizadas sus dos vueltas. El madrileño no se ha sentido cómodo casi en ningún momento en este campo, según confesaba ante la cámara de Canal + Golf una vez finalizada la primera jornada. Hoy ha mejorado sus registros, pero necesitaba más chispa en los greenes y hoy tampoco terminaba de rematar alguna buena opción de birdie.
No hay que dejarse engañar por la exhibición de Rose. Es cierto que los greenes están muy tiernos y reciben de mil amores, pero apenas llegaban a la docena las tarjetas bajo par que se han visto en el turno matutino. El rough salvaje, antes o después, acaba buscándole las cosquillas a todo el mundo.