En apariencia, ni siente ni padece. Lo mismo iguala el registro más bajo en la historia de los ‘majors’ con un 63, y quedándose a dos palmos de batirlo, que luego se te queda dormido mientras firma la tarjeta. Ese es Jason Dufner (-9), nuevo líder en solitario del PGA Championship después de reventar hoy el recorrido Este del Oak Hill (Rochester, Nueva York). Un gran jugador cuyo indiscutible carisma se fundamenta en el nulo interés que demuestra por tenerlo.
Dufner forma ya parte de ese club exclusivo de 24 jugadores que han firmado un 63 en la historia de los Grandes. De paso, ha batido el récord de Oak Hill. Y es posible que todo esto le valga para dejarse a tiro el domingo su primer ‘major’. Si al final ganara no le veríamos morder el Trofeo Wanamaker como haría Nadal. Quizá nos dedique una tímida sonrisa antes de irse a cenar a la hamburguesería de enfrente. Como la que esbozaba en el hoyo 2 después de embocar desde la calle para eagle.
No debe caerse en el error de pensar que el campo estaba hoy tan sencillo como la exhibición de este jugador parece mostrar. Los birdies abundan, es cierto, pero sólo quedan 27 jugadores bajo par después de 36 hoyos. Si vas por el sitio te vas a dejar muchas opciones. Que se lo digan a Dufner, maestro en la materia de ir por el sitio, recto como una vela. Pero como falles, pagas. Tiger Woods (+1), por ejemplo, no lo ha visto tan fácil. Aunque lo suyo pertenece más al campo de los síndromes y de la ansiedad.
Evidentemente, el Número 1 está sufriendo más de la cuenta en los Grandes, sobre todo en los greenes. Ahora mismo está a diez golpes de la cabeza. Complicado, aunque no imposible. El problema ya no es recortar a Dufner, que también, es que además tiene por delante a un puñado de grandísimos jugadores que tampoco van a esperarle. Scott, Rose, Stenson, Kuchar, Furyk, Simpson, Stricker, Kaymer… El que menos de todos ellos ya le saca cinco golpes.
Y más o menos cerca de este grupo se ha colocado Sergio García (-3). Sin hacer mucho ruido y sumando unos cuantos metros de putts embocados. Asegura el español que esta semana no encuentra sus mejores sensaciones y hay que creerle. Pero está sacando el trabajo adelante con notable limpieza y cumpliendo con ese papel de ‘outsider’ en el que se siente más cómodo.
Rafael Cabrera Bello (+3) se ha agarrado al corte con coraje en una jornada donde se ha metido en muchos más líos que el jueves, firmando tres pares muy valiosos para acabar por el hoyo 9, porque venía pidiendo la hora. De eso se trata. Son pocos los que llegan y besan el santo en los majors. La mayoría debe acumular experiencia y esperar su momento, y en ese aspecto parece que el canario sigue dando los pasos correctos.
A Rafa, como a otros muchos, también le conviene mirar hacia atrás para certificar algunos de los nombres que esta misma semana se han quedado ya fuera de juego: Bubba Watson, Schwartzel, Els, Donald, Watney, Sterne, Grace, Colsaerts… No está de más darle un pequeño homenaje al ego antes de salir a luchar mañana y después de haber sudado hoy la gota gorda.
Pablo Larrazábal (+10) se marcha con un solo birdie en su mochila. Más que insuficiente. Y muy decepcionante para él, a tenor de sus declaraciones para Canal+ Golf después de la primera vuelta, en las que incluso ponía en duda su actual línea de trabajo. Es probable que lo vea de un modo diferente con la cabeza fría.