– A Jason Day (-9, a falta de cuatro hoyos) se le veía metido en la burbuja de la excelencia cuando la bocina anunció la suspensión. Cerraba los ojos antes de pegar a la bola (suele hacerlo, aunque unas veces se recrea más que otras) y anticipaba el vuelo correcto de la bola en su cabeza. Se sucedían los tirazos de manos del australiano y hasta los que a él le parecían menos buenos, eran fantásticos. Cosas que tiene la percepción desde la burbuja de la excelencia…
Nunca se sabrá a ciencia cierta, pero da la sensación de que la llegada de la tormenta debió incomodar a Day más que a nadie.
Hasta que llegaron los rayos y los truenos, eso sí, la jornada fue de bonanza. Ahí estaba Whistling Straits abriendo sus puertas a todo aquel que anduviera fino con el juego largo: con 57 jugadores todavía en el campo ya se habían entregado 36 tarjetas por debajo del par, casi las mismas que en toda la primera jornada.
– Por el otro lado del campo Matt Jones (-9, a falta de seis hoyos), otro australiano, aunque este de perfil más bajo y más edad (tiene 35, por los 27 de Day), también hilaba fino y completaba provisionalmente el liderato ‘aussie’ del PGA. No confundirse: que sea de perfil más bajo no significa que sea un don nadie. Jones se lo pasa como nadie en el circuito americano, conservando año tras año su tarjeta y mejorando con la edad, como el buen vino.
– Dustin Johnson (-5, a falta de cuatro hoyos), muy al contrario que Day, uno de sus compañeros de partido, no debió maldecir a la tormenta, porque andaba cocinando una de sus famosas empanadas en el momento de la suspensión. Pero la salida del 15 la ha dejado en el centro de la calle y el de Carolina del Sur regresa con la misma velocidad que hace mutis.
– Nada que no se sepa de Jordan Spieth (-6): es un fuera de serie con mil registros. Esta semana, de momento, no está metiendo muchos putts de media y larga distancia, recurso con el que venía arrasando en 2015 con unos porcentajes sobrenaturales, pero todavía es capaz de firmar seis birdies. Y si hace falta embocarla desde la arena, como en el 18, se hace y punto. Vuelta de 67 y ya está ahí arriba.
– Justin Rose (-8, a falta de un hoyo) lucha cada semana contra la autocomplacencia. Aborrece la idea de quedarse frenado como ganador de un solo Grande. Y es exactamente lo que transmite cuando se le ve jugar en una gran cita. Un doble bogey (como el del hoyo 4 en esta segunda ronda) es sólo un obstáculo más, no un muro insalvable. Tiene todavía que lidiar el complicado 18, eso sí, para asegurar un puesto en los últimos partidos del sábado.
– Con Phil Mickelson siempre hay diversión. Aquí encontró la manera de bajar de una colina en Whistling Straits. Como decían los compañeros del European Tour, este señor ha ganado cinco majors…
– El japonés Hiroshi Iwata (-4) se suma al grupo de valientes que a lo largo de toda la historia han firmado un 63 en un ‘major’. El listón sigue estando ahí. Todo muy oriental: sacó adelante el par en el 18 y apenas se dibujó una sonrisa en su rostro, puede que la misma que mostrara tras acabar el jueves con un abultado 77… La bola del nipón en los greenes del recorrido de Wisconsin marchaba sobre raíles.
– La gran cruz de la moneda: Zach Johnson (+3) se va a quedar fuera del corte con casi total seguridad. Y Adam Scott (+7) ya está haciendo las maletas. Un Grande es un Grande y las jornadas de aparentes puertas abiertas también dejan cadáveres por el camino.
Resultados en vivo del PGA Championship 2015
