Inicio PGA Championship PGA Championship 2015 Nos situamos en el epicentro de la tormenta de emociones

Nos situamos en el epicentro de la tormenta de emociones

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– ¿Qué está pasando por la cabeza de Jason Day en las horas previas a la ronda definitiva? Es probable que el ganador de la 97ª edición del PGA Championship se esté decidiendo en parte en su monólogo emocional previo a la salida en el partido estelar.

Cualquier sombra de duda trasladada al juego y siempre habrá unos cuantos intrépidos candidatos dispuestos a sabotear tus ilusiones. Así que, en principio y según el manual de urgencia de psicología deportiva, mal hará el australiano en rememorar algunos precedentes. El del British de hace unas semanas, donde le faltó un último cambio de ritmo para meterse en el play off por el triunfo. El del US Open de hace un par de meses, donde salió como líder, empatado con otros tres jugadores, y fue el peor de todos ellos en la ronda final (74 golpes). Tampoco debería acordarse de lo que ocurrió hace doce meses, en este mismo torneo, cuando salió el domingo con opciones de victoria, a tres golpes del líder, y de nuevo entregó una de las peores tarjetas de todos los candidatos (vuelta de 72 en un día donde abundaron los registros bajos). Ni tampoco del US Open 2013 en Merion, cuando salió el domingo a tres golpes del líder, alcanzando el liderato a mitad de jornada y flaqueando ligeramente por los segundos nueve…

– El último domingo de Jason Day en Whistling Straits, hace cinco años, no dejó asimismo en su memoria un dechado de buenas sensaciones. Entonces salía en los últimos partidos a cuatro golpes del líder, junto a Martin Kaymer, que luego ganaría, y entregó una gris tarjeta de 74 golpes que lo relegó a la décima posición. En el Masters de 2011 (2º) y en el de 2013 (3º) jugó como un gran campeón el domingo, pero dudó en los hoyos finales…

– Así que la tarea de Day y su entorno pasa obligatoriamente por sellar fisuras en los recuerdos. Dejar la memoria suspendida en lo que ha ocurrido esta semana, en lo que ha sido capaz de de hacer el sábado. Y si acaso estirarla hasta el domingo 26 de julio en tierras canadienses y a aquel putt ganador en el 18 del Glen Abbey Golf Club de Ontario. Gran parte de su éxito, en definitiva, pasa por activar la memoria selectiva. La dificultad es que el manual de urgencia de psicología deportiva explica con claridad lo que hay que hacer, pero rara vez acierta con el cómo…

– Jordan Spieth habrá dormido mucho mejor. Su año está hecho. Sus majors, dos, están ganados. Su leyenda de 2015, escrita. La gloria, más que conquistada. Parte con esa ventaja. Y sus opciones de victoria, a ojo de buen cubero, crecerán cuanto más hoyos apure en la ronda final resoplando en el cogote del líder…

– Vayamos con Martin Kaymer. Hace cinco años salió el domingo a cuatro golpes de un líder inmenso y destacado, Nick Watney, y en el hoyo seis, aproximadamente, ya se había aupado al liderato. Si de recordar se trata, no es este un mal precedente… El alemán, a priori, resulta un serio peligro para el resto de candidatos.

– Branden Grace ya no es primerizo y la mala experiencia del domingo en Chambers Bay no debe haber dejado cicatriz. De momento no hay trauma posible en su horizonte, sino más bien un aliciente por verse de nuevo tan pronto luchando el domingo por un ‘major’. Si de verdad sopla el viento con fuerza sus opciones deberían crecer a priori, porque le encanta.

– Justin Rose. El inglés es otro de los candidatos claros y si le ha costado dormir habrá sido por levantarse a ver cómo venían fluctuando las previsiones meteorológicas. Es un decir, evidentemente. Pero él quiere que sople el viento y cuánto más, mejor. «Porque siempre es un poco más duro mantener el liderato cuando el viento sopla fuerte», aseguraba al finalizar la tercera ronda. Él, que no es el mejor pateador del mundo en situaciones de extrema presión, ha sido probablemente el mejor de tee a green esta semana y se aferra a esa estadística, siempre pensando en el regreso del viento: «los malos golpes penalizan más en condiciones ventosas», razona.

– ¿Podrían aparecer otros candidatos? Es inevitable acordarse de Dustin Johnson, aunque saliendo a seis golpes del líder parece demasiado lejos. Pero él es uno de esos jugadores de quienes se puede esperar una vuelta grotescamente baja. El de Carolina del Sur es jugador de todo o nada y no va a salir a cuidar un puesto en el top-5 del torneo. Mucho ojo con él si arranca la vuelta como un rayo. Tampoco podemos obviar a Matt Jones o Tony Finau, aunque da la sensación de que sus opciones quedaron semi enterradas con ese mal final de tercera vuelta de ambos. Pero a los dos les sobra descaro y eso es precisamente lo que más falta hace en las grandes ocasiones…