Inicio PGA Championship PGA Championship 2017 Esta Milla Verde es una película de terror

Esta Milla Verde es una película de terror

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Dos aficionadas posan ante el trofeo Wannamaker de campeón del PGA. © Golffile | Eoin Clarke
Dos aficionadas posan ante el trofeo Wannamaker de campeón del PGA. © Golffile | Eoin Clarke

“Si usted quiere ver tragedia, le recomiendo que coja sitio en los hoyos 16, 17 y 18”. Quien lo dice no es un alma torturada por el masoquismo, ni el máximo responsable del PGA Championship ávido de drama. Habla Jordan Spieth. Y añade: “este PGA va a ser uno de los Grandes más exigentes que hemos jugado”. Quail Hollow asusta.

Ese tramo del que habla Spieth, los tres últimos hoyos del recorrido de Charlotte, es conocido como la Milla Verde. Sí, como la película, aunque Quail Hollow es bastante más antiguo que la obra de Frank Darabont. Tampoco comparten género. La que se estrenó en las pantallas en 1999 era un drama, mientras que el final del trazado diseñado por George Cobb, rediseñado por Tom Fazio e inaugurado en 1959, es terror del bueno.

Se llama la Milla Verde por un motivo bastante obvio. Es lo que miden, aproximadamente, los tres hoyos, contando también los paseos de green a tee. Siempre ha sido tradicionalmente uno de los finales más exigentes del PGA Tour y ahora, en su debut, confía en ganarse un hueco en la historia de los Grandes. “Diríamos que está a la altura de los finales de Muirfield, Carnoustie o Sawgrass”, aseguran desde el PGA. Es decir, emoción y tragedia.

La Milla Verde está compuesta por el hoyo 16, un par 4 de más de 500 yardas que requiere drive y hierro 4. Al menos, eso es lo que pegó ayer Jimmy Walker, campeón defensor del PGA en la vuelta de prácticas, en un día muy mojado por la lluvia. Si mejora el tiempo o adelantan el tee, se suavizaría el hoyo. “Hay que pegar tres golpes muy buenos para hacer birdie”, afirma Rory McIlroy. Y añade: “No es un buen plan llegar el domingo a estos hoyos con la necesidad de hacer birdies”.

Le sigue el hoyo 17, un par 3 casi en isla de más de 200 yardas. Para alcanzar el green hay que hacer de vuelo 195 yardas. Ni que decir tiene que se trata de un golpe tremendamente exigente.

Y la traca final llega en el hoyo 18… Otro par 4 de más de 500 yardas. Walker asegura que el martes pegó el drive y el hierro 2… Brutal para acabar.

En el PGA Championship están los mejores del mundo y seguro que alguno, al final de la semana, será capaz de jugar bajo par este tramo, pero todos y cada uno de los que van a pinchar la bola en el tee del 1 firmarían ahora mismo el par con los ojos cerrados.

Más allá de la Milla Verde, lo cierto es que se avecina un PGA Championship duro. Si se mantiene la previsión y llueve toda la semana, no se deberían ver resultados demasiado bajos. Por ejemplo, parece que el récord de Branden Grace de 62 golpes (ronda más baja en un Major establecida en Royal Birkdale durante la tercera ronda) estará a salvo, siempre y cuando, claro, estos monstruos no nos acaben tapando la boca otra vez.

Tanto es así que Phil Mickelson asegura antes de que empiece la acción que no sería raro ver un campeón en torno al resultado de PAR después de cuatro días, o lo que es lo mismo, un PGA Championship vestido de US Open.

Otros detalles de Quail Hollow a tener en cuenta:

Rough… Es de bermuda y está mojado. Horroroso. “Nunca había visto un rough de bermuda tan alto”, le confesaba Spieth a su entrenador tras la primera ronda de prácticas. Mientras, Walker se limita a decir lo que todos saben: “no hay nada peor que un rough de bermuda mojado”. La bola es incontrolable y lo mismo sale ‘flyer’ que se engancha y apenas la sacas. Una ruleta rusa.

Greenes… En teoría deberían estar blandos y receptivos, pero no crean… Son nuevos y apenas tienen quince meses, por lo que están muy firmes y duros y, además, tiene un sistema de ventilación por debajo que impedirá que se pongan demasiado mansos.

El hoyo 1… Es el cambio más drástico de Quail Hollow en las renovaciones llevadas a cabo para el PGA. Renovación a más difícil, claro. Ha pasado de ser un hoyo claro de birdie (par 5) a convertirse en un duro par 4. Así lo resumía Rory: “Antes, pasar los 4-5 primeros hoyos de Quail Hollow en uno o dos bajo par era un resultado decente. Ahora, si lo pasas al PAR puedes estar contento”. El norirlandés considera que el campo está mínimo un par de golpes más difícil con los cambios.

El hoyo 14… No será el hoyo más difícil de la semana, ni mucho menos, pero sí uno de los más emocionantes. Es un par 4 que se puede llegar de uno, por lo que se puede hacer eagle o incluso albatros, pero también es fácil liarse y acabar con bogey y doble bogey.