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Será lo que la Milla Verde quiera…

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Kevin Kisner. © Eoin Clarke | Golffile
Kevin Kisner. © Eoin Clarke | Golffile All photos usage must carry mandatory copyright credit (© Golffile | Eoin Clarke)

Jason Day se hizo una yincana en el 18, Chris Stroud terminó con dos tripateos, la bola de Kevin Kisner rebotó en una piedra y terminó en un rough infumable, Rickie Fowler la mandaba al agua veinte metros corta en el 17 y Graham DeLaet firmaba birdie, eagle, eagle, birdie entre los hoyos 13 y 16. Viva Quail Hollow y viva la Milla Verde.

El desenlace de la tercera jornada del PGA Championship ha sido un aperitivo salvaje y demencial de lo que puede ocurrir este domingo en los últimos hoyos del recorrido de Charlotte con el cuarto Major en juego. Y es que, empecemos por el principio, todo está por decidir en este PGA Championship.

El líder en solitario es Kevin Kisner (-7). El aburrido plan de juego del golfista de Carolina del Sur funciona como una brújula en Quail Hollow. Miren qué simple: minimizar errores y sacar partido a los hoyos 7-8-14 y 15 (acumula diez bajo par en este tramo). Hoy sólo le falló en la ecuación el segundo tiro en el 16. Cerró la bola en exceso y acabó en el agua. Hizo doble bogey, el primero de la semana, y su cómodo liderato con dos golpes de ventaja (es el único que ha conseguido llegar en algún momento al -10) se apretó como una soga. Después, acabaría con un nuevo bogey en el 18, tras salvarse milagrosamente del agua en el segundo tiro, otra vez a la izquierda, su efecto natural. La bola terminó en un rough imposible y de ahí sacó un buen bogey.

Kisner tiene un golpe de ventaja sobre Chris Stroud (-6) y Hideki Matsuyama (-6). Ninguno de los tres ha ganado un Major, aunque puestos a aventurar sobre quién está más preparado, no hay ninguna duda de que es el japonés. Más que nada porque es quien ha estado más veces en esa situación.

Matsuyama, además, es el que se ha metido en menos líos. Hoy ha jugado sobre par, pero el único responsable de ello ha sido su putt. Si está inspirado en los greenes en la última jornada, el resto ya puede ir dejándole pasar.

Hay además dos jugadores agazapados a los que nadie debería perderles de vista este domingo. Ninguno ha hecho ruido en este PGA Championship. Prácticamente, nadie sabe de dónde han salido, pero ahí están, a sólo dos golpes del liderato y sin haber hecho nada del otro mundo. Hablamos de Justin Thomas (-5) y Louis Ooshtuizen (-5). El sudafricano es el único del top 15 que ya sabe lo que significa ganar un Grande, así que mucho ojo con él, y Thomas es un especialista en vueltas explosivas. Un arma de relojería.

Estos son los principales candidatos a la victoria en el PGA Championsip, aunque habría que meter también a todos los que ahora mismo están bajo par. Quail Hollow es una locura y las diferencias entre una buena vuelta y una mala pueden ser abismales. Se puede recuperar mucho en poco tiempo y también al revés. Así, conviene resaltar a Patrick Reed (-2), Francesco Molinari (-2) o Rickie Fowler (-1).

En cualquier caso, la gran triunfadora ya de este PGA Championship es la llamada Milla Verde, el fabuloso final (16, 17 y 18) de Quail Hollow. Los desaguisados que hace son tremendos, empezando por Jon Rahm, cuatro más en este tramo, pero también Kisner (tres más), Stroud (dos más), Fowler (cuatro más), Casey (cuatro más), Day (cuatro más)… Es una bomba lapa que puede hacer saltar en pedazos cualquier ronda de golf, hasta la más fina y delicada.

Es difícil pronosticar qué ocurrirá el domingo, aunque el gran favorito sigue siendo Matsuyama. Lo que sí sabemos que no ocurrirá es que Spieth (+3) no va a conseguir el Grand Slam y que Dustin Johnson (+4) se pasará esta temporada en blanco en cuanto a Majors, al igual que McIlroy (+4). El resto, será lo que la Milla Verde quiera.

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