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El grueso de la Armada se lame las heridas con dignidad y serenidad

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Adrián Otaegui. © Golffile | Fran Caffrey
Adrián Otaegui. © Golffile | Fran Caffrey

Un día duro para el golf español en Bethpage. Sólo Jon Rahm sacaba adelante un empate por la tarde, mientras que Adrián Otaegui (+3), Rafa Cabrera Bello (+5) y Jorge Campillo (+7) pasaban cada cual su particular calvario, alguno más duro y frustrante que otros. El de Campillo, por ejemplo, lo ha sido especialmente. Un triple bogey en el hoyo 2, recién iniciada a ronda, iba a dejarlo por momentos en la lona, muy tocado…

Este hoyo es uno de los pocos en los que el jugador siente que puede sacar un birdie, pero la salida hacia esa calle que gira haca la izquierda se le iba estampar al extremeño en un árbol esquinero, después de envolver demasiado la bola con su madera 3, con tan mala suerte que iba a salir rebotada violentamente hacia la izquierda, quedándose casi injugable a apenas ochenta metros del tee, sin tiro a calle y en medio de unas matas horrorosas…

Tal y como él reconocía al acabar, quizá debió haber jugado su tercer tiro desde el tee, olvidándose de tan espantosa situación, pero trató de jugar y el asunto terminaba en triple bogey.  A continuación, todavía sonado por el accidente, iba a firmar nuevos bogeys en los hoyos 3 y 4… Pues bien, ni siquiera Jorge ha bajad los brazos. No es un decir. El lenguaje gestual a veces es el más elocuente de los lenguajes, y lo que decía al acabar la ronda es que tiene ganas de revancha.

¿Cuáles son las cuentas? Imposible acertar, pero el corte bien podría estar en +5 ó +6 este viernes, así que Campillo va a necesitar una ronda de -1 ó -2. No es imposible. Tanto Jorge, como Rafa y Adrián, han terminado la ronda jugando un poco mejor, así que todos miran con moderado optimismo a la segunda jornada. De hecho, a Rafa y Adrián podría valerles incluso una vuelta de par, que no se regalan en Bethpage, pero desde luego tampoco es un registro inalcanzable.

Rafa ha sufrido con los hierros y se marchaba a dar unas bolas después de firmar la tarjeta. No estaba desesperado ni ansioso y espera dar guerra durante el fin de semana. Adrián, por su parte, ha llevado una vuelta de menos a más y en general bastante ordenada. Sale a jugar el viernes abriendo el campo, a las 6,45 locales, y con la corneta de la Armada en ristre.