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La semana del torneo arranca pasada por agua en Quail Hollow

La lluvia y las tormentas eléctricas, una dificultad añadida en el PGA Championship

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Quail Hollow Club © PGA Championship
Quail Hollow Club © PGA Championship

El Quail Hollow Club de Charlotte, en Carolina del Norte, es uno de los campos más largos de la temporada en el PGA Tour. Con 7.626 yardas (casi siete kilómetros), el recorrido estadounidense se convertirá desde este jueves en una auténtica prueba de fuego para los mejores jugadores del mundo, que buscan la victoria en el segundo major de la temporada, el PGA Championship. Pero a las complejidades del recorrido se une además una climatología que puede tener mucha incidencia en la clasificación.

Por lo pronto, como ocurrió el mes pasado en el Masters, la semana del torneo arranca pasada por agua. Para este lunes se esperan lluvias en el campo. La organización del torneo avanzó a primera hora que tanto los 18 hoyos como la zona de prácticas están operativos para los jugadores desde las ocho de la mañana, al igual que el centro de prensa. Pero por las malas condiciones previstas hoy lunes no se permitirá la entrada de público en el recinto. El personal, los proveedores, la prensa y los trabajadores tendrán acceso según necesidades.

La cosa no mejorará demasiado el martes ya que se esperan tormentas eléctricas y la probabilidad de lluvia se acerca al 60%. Un líquido elemento que se irá alejando de Quail Hollow a medida que avance la semana, con chubascos el miércoles y algunas lluvias dispersas tanto el viernes, día en que se disputa la segunda ronda, como el sábado, donde se esperan cielos muy nublados ya en el famoso ‘moving day’, con vientos de casi 20 kilómetros por hora.

El domingo, eso sí, la cosa mejora bastante, con cielos parcialmente nublados, pero sin amenaza de lluvia, al menos en las previsiones que los servicios meteorológicos avanzan al comienzo de la semana. La humedad, eso sí, será alta, algo que afecta también al vuelo de la bola, por lo que con un campo largo, asistiremos a un ‘cóctel’ de complicaciones que sin duda pondrán cuesta arriba las cosas a los jugadores en busca de la victoria en el segundo Grande de 2025.