Álvaro Quirós ya está jugando el British Open. La noticia en sí misma hay que considerarla muy buena, aunque está rodeada de incertidumbre. Y es que anoche no estaba nada claro lo que iba a suceder. El jugador de Guadiaro se marchó ayer a la cama envuelto en un mar de dudas por el estado de sus muñecas…
Si por la mañana no había sentido dolor alguno durante la hora larga que estuvo dando bolas en el campo de prácticas, por la tarde la historia fue bien distinta. Después de patear y parar durante una hora para comer, Álvaro repitió la prueba y las sensaciones fueron muy malas. Las molestias eran más que evidentes. Tanto que apenas pudo dar ocho bolas antes de dejarlo. La preocupación era notable.
Se acostó sin saber si podría jugar y cruzando los dedos. Hoy ha llegado de los primeros a Royal St. George's. A las cinco y media de la mañana, hora local, entraba en el club y se iba directamente al camión de los fisios. Lo han estado tratando durante más de una hora. Después se ha ido a dar bolas para calentar y todo ha ido bien, como ayer por la mañana. “Prefiero no decir nada”, comentaba prudente Quirós apenas veinte minutos antes de salir a jugar en el putting green del recorrido inglés.
Se le nota preocupado. Lo peor es que no sabe exactamente qué tiene, ni cuándo le va a aparecer el dolor.
Sea como fuere, ha salido a jugar y eso es lo más positivo de todo. Veremos hasta dónde puede llegar y cómo termina esta primera jornada del British Open que ha dado comienzo esta mañana. Los cielos están cubiertos, una ligera lluvia cae de forma intermitente y sopla el viento. A medida que avance la mañana, la intensidad del viento irá en aumento, alcanzando incluso rachas de más de 40 kilómetros por hora.
Quirós, por cierto, ha hecho par en el 1 después de fallar la calle, coger green y resolver el hoyo con dos putts. Miguel Ángel Jiménez y Sergio García también salen a jugar por la mañana.
