El British nunca decepciona. Mucho menos hoy, en la primera jornada de su 137ª edición, tal y como se ha desarrollado. Así las gastan las islas británicas de toda la vida: 17 de julio y una sensación térmica en Royal Birkdale que podía rondar en muchas ocasiones unos escasos diez grados… Por el viento. Por la lluvia. Dantesco. Resultado: sólo tres jugadores han finalizado por debajo del par: Rocco Mediate, Graeme McDowell (hay que ver cómo está el norirlandés) y Robert Allenby (los tres con -1) …
Jornada de paciencia: ahí están copando muchas de las primeras posiciones jugadores con amplia experiencia, con mil tiros dados. Perros viejos. Greg Norman finalizó al PAR y Tom Watson… Lo de este hombre con 59 años es emocionante. Acabó con +4.
Cabeza fría, aplomo y nervios de acero para no perder el norte cuando las imprecisiones se van sucediendo en los tees, desde la calle, en los greenes… Para, en la duda, buscar el fallo bueno. Ya llegará la oportunidad, ya amainará, ya dejará de soplar en algún momento. Así cinco horas: "hoy es imposible ganar el Open; vamos a fajarnos para no perderlo y mañana será otro día".
No todos resistieron la tentación de ponerse la venda en los ojos y tirar hacia adelante: Els (+10), Singh (+10) o Mickelson (+9) están ya en la cuerda floja. O sencillamente, no tuvieron su día precisamente hoy, en un escenario que el clima situó a las puertas del infierno.
Por todo ello hay que resaltar el méritos de nuestros tres representantes. No fallaron. Antes bien, están bien colocados. Jiménez (+2), incluso, bien pudo haber finalizado al par del campo, con dos opciones de birdie muy claras en los dos últimos hoyos. Pero ya se puede confirmar que este hombre está empeñado en ganar un grande. Es un maestro en librar dificultades y eso es precisamente lo que había que hacer hoy. Finalizó los primeros nueve con +3 y ahí está. Su confianza es ilimitada. Nadie cree en Jiménez más que Jiménez y eso, con un palo de golf en las manos, te pone en ventaja…
Sergio García (+2) confirmó todas las expectativas. Le faltó rematar en los greenes como en el European Open hace dos semanas. Todo se andará. Su juego rezuma seguridad de tee a green. Y ahora ya se puede decir: es muy probable que convenga a sus aspiraciones ir de menos a más, pero seguro desde el inicio, aunque evidentemente ningún jugador en su sano juicio desperdicie una opción de birdie para mantenerse como tapado… Ya saben ustedes quién suele comenzar los grandes de este modo, ¿no? Y le va bien. Suma catorce. Sergio ha estado sereno y ha mostrado madurez.
Pablo Larrazábal (+5) ha luchado con bravura y talento. Antes de nada, conviene reseñar una situación que desvelaban los compañeros de Golf Plus: el joven barcelonés sufría un accidente casero el miércoles y se hacía polvo el dedo gordo de un pie, teniendo que salir hoy a jugar con un zapato de mayor tamaño y con muchos dolores. Tiene su mérito en una ronda de juego muy lenta, interminable. A Pablo sí se le vieron gestos de auténtica desesperación, pero no hay cuidado: este chico es así, pura pasión. Cosa de los genes, se supone, y de la edad. Nada que objetar. El apasionamiento bien encauzado es también fuente segura de éxito, y si no que se lo pregunten a Severiano Ballesteros.
