El British ya está maduro. Un Open largo y lento. Agónico por momentos por culpa del viento. No ha dejado de soplar desde el jueves. La lluvia iba y venía (hoy no ha aparecido), el frío era más o menos soportable según la hora del día…
Pero amigo, el viento no ha cesado. Constante y poderoso, como una perforadora que va minando la cabeza y la paciencia de los jugadores. Hoy sábado, además, ha soplado más que nunca, hasta el punto de ver en innumerables ocasiones a muchos jugadores apartándose de la bola en los greenes, en vista de que hacía amagos de echarse a rodar. Pero esto es el British y no se suspende si no es por un huracán.
Nadie ha jugado bajo par, y las vueltas de 70 (PAR) se pueden contar con los dedos de una mano: Davis Love III, Stenson, Wakefield y Curtis. Todos ellos, y algunos partían de muy atrás, se han metido en la pelea por la victoria.
Pero el hombre del día y del Open es Greg Norman (+2). El australiano llega al último día en Royal Birkdale como líder del British, a sus 53 años y en unas condiciones muy difíciles. El ‘tiburón blanco’ está en plena forma y, pese a que este domingo serán muchos los que se ‘tiren al agua’ para darle caza, no lo va a poner nada fácil. Hoy firmó 72 golpes, grandísimo registro. Y estuvo a punto de culmina la apoteosis si llega a embocar un chip en el 18 para birdie. La bola pasó rozando el hoyo con toda la grada vociferando…
Norman saldrá en el partido estelar junto a Padraig Harrington (+4), que está realizando una defensa del título soberbia. Justo detrás irán Choi (+4) y Wakefield (+5), uno de los que mejor ha aprovechado la jornada del movimiento. Sergio García (+9) se ha mostrado firme. Otro putt de menos de medio metro fallado en el hoyo 2 fue un lastre que ha sobrellevado como ha podido. Estos errores, cuando es tan complicado hacerle birdies al campo, se pagan caros. Mañana saldrá por delante a siete golpes del líder. ¿Puede ganar? Por supuesto que sí. Para su desgracia, tiene un ejemplo bien fresco en la memoria: hace un año él salía con seis golpes de ventaja sobre Padraig Harrington, que finalmente venció en el play-off.
Para ganar un 'major' suele hacer falta una gran vuelta. Y Sergio puede hacerla. Hay que insistir: a pesar de los pesares y de esos putts malditos, Sergio está jugando con enorme oficio, luchando a muerte, siempre pensando en la posibilidad de tener la victoria a tiro el domingo. Se ha quedado un poco lejos, pero a una distancia que objetivamente puede remontar.
Mención especial merece la vuelta de Pablo Larrazábal. El catalán, novato en el British, firmó 73 golpes y remontó cerca de 40 puestos. Su objetivo es meterse en el top 20 ó 25, y puede hacerlo porque está jugando muy bien y tiene la cabeza fría.
