Adam Scott (-11) lidera con autoridad el Open Championship…
Tres vueltas bajo par del australiano (64, 67 y 68) en un Royal Lytham & St.Annes que hace mucho más daño de lo que pudiera esperarse después de tres jornadas de bonanza climática. De hecho, hoy lució el sol, es cierto, el viento no ha azotado, y todo lo que ustedes quieran, pero sólo 16 jugadores han entregado tarjetas bajo par. Asimismo, sólo Scott y Graeme McDowell (-7) han jugado los tres días bajo par, un vez que Tiger (-6, al par en el día) ha aflojado hoy sensiblemente y Brandt Snedeker (-7, hoy 73) ha flirtreado con el descalabro, aunque repuntando al final para dejarse todavía serias opciones de victoria.
El centenario recorrido inglés ha sido hoy un hueso muy duro de roer por una razón, básicamente: la posición de muchas banderas era casi diabólica. La del 18 es un buen ejemplo: esquinada, aunque para nada imposible de acceder, resulta que el hoyo se asentaba justo en mitad de un nervio, de tal manera que el azar jugaba un papel de peso a la hora de embocar. Pues no, al R&A no le apetece que nadie arrase el campo…
– Tiger Woods no ha sido capaz de asaltar ese último partido del domingo que tanto le gusta, ni tampoco se ha acercado al liderato. Comenzaba el día a cuatro golpes de Snedeker y terminaba a cinco de Scott. Todavía no consigue afinar al ciento por ciento su nuevo swing en momentos de máxima presión, parece. Pero avanza pasito a pasito. Hace un mes, en San Francisco, salió como líder el sábado y cayó estrepitosamente; hoy ha mantenido sus opciones e incluso ha llegado a rugir como en los viejos tiempos, con un parcial imperial de tres birdies entre los hoyos 6 y 9, que no fueron cuatro de puro milagro (bola asomada al balcón en el hoyo 8). Hoy no ha cogido tantas calles como en anteriores jornadas, pero los daños no han sido irreparables y todavía está a tiempo de cantar victoria.
– Adam Scott se enfrenta mañana al día más importante de su carrera. Es uno de esos grandes jugadores, habitual merodeador de top-ten mundial a lo largo y ancho de la última década, que no tiene un ‘major’ que llevarse a la boca. Y va siendo hora. Pero el primer triunfo, el que colma y calma expectativas, es puñetero como pocos. Que se lo digan a Sergio. O a Donald. O a Westwood. Que le pregunten a Mickelson si no sudó sangre para cantar victoria al fin en un grande. Por no hablar de Darren Clarke… Desde luego, si el australiano muestra la mitad de frialdad y precisión que ha mostrado hasta hoy en las recuperaciones alrededor de green, mañana se llevará la jarra de clarete.
“Ya hemos visto esta temporada que cuatro golpes no son mucha diferencia para un líder, no significa demasiado. Lo bueno es que si juego una sólida ronda de golf será muy difícil para los demás ganarme. Tengo que pensar en eso. No me hubiera importado jugar con Tiger mañana, hemos coincidido muchas veces. Es cierto que se organiza un circo alrededor de él, pero Steve ya me había advertido sobre ello y simplemente es una cuestión de esperar más a que se despeje de gente”, ha dicho Adam Scott después de jugar.
– ¿Cómo se puede valorar lo que está haciendo Graeme McDowell? Salió en el último partido dominical del pasado US Open y repetirá suerte en Royal Lytham. Su corazón competitivo es una auténtica bomba. El pequeño gran norirlandés saldrá mañana a morir, y en un día ventoso gana enteros.
Así ve él la situación: “no creo que a lo largo del año salgan en esta parte del mundo tres días mejores (por el tiempo) de los que hemos vivido esta semana. Royal Lytham sigue siendo un gigante dormido. Veremos qué pasa mañana, porque dicen que soplará el viento. Si las condiciones fueran como hoy diría que los cuatro golpes de Adam son casi imposibles de remontar, pero con viento como el que tuvimos en las rondas de prácticas, él todavía tendrá que pelear por ganar. Los que venimos por detrás necesitaremos la ayuda del viento para hacer nuestro trabajo un poco más fácil”.
– Snedeker… El americano no ha dicho su última palabra. Por momentos pareció desdibujarse por completo. Todas las calles que no fallaba en lo primeros 54 hoyos, las fallaba hoy, los greenes se le movían y, además, al fin probó el amargo sabor de la arena del Condado de Lancashire… Sin embargo, tiene alma de gran jugador. Es paciente. Y no se desmoronó ante las dificultades, terminando con un birdie imposible en el hoyo 18.
– Agárrense a la silla porque vienen curvas. La predicción meterológica asegura que mañana soplará el viento son fuerza en Royal Lytham & St. Annes. Además, irá en aumento a medida que pasen las horas, por lo que los primeros en salir pueden hacer un buen negocio si consiguen ganar al campo. Se esperan rachas cercanas a los 40 kilómetros por hora después del mediodía. Será el viento predominante por lo que el drama en los segundos nueve hoyos está garantizado. Ahí se resolverá el torneo. Nadie podrá sentirse ganador hasta superar el hoyo 15. Ya les avanzamos que mañana será el gran hueso del día.
– Este British Open tampoco será el primer grande en el palmarés de Luke Donald. El inglés firmó una vuelta de 71 golpes y ha quedado descartado para la victoria. Está a diez impactos de Adam Scott. Al Número 1 del mundo se le resiste este torneo. Lo ha jugado en doce ocasiones y su mejor resultado es un quinto en 2009 en Turnberry. Ha fallado el corte seis veces. Sin embargo, Donald consigue ponerle buena cara a la frustración que, a buen seguro, lleva por dentro. “Siento que estoy cada vez más cerca. Es cierto que mis números aquí no son buenos, pero después de no pasar el corte en el US Open creo que la mejoría es evidente. Algo ha pasado este año que ha cambiado mi percepción del British para el futuro”, vaticina.
– Anirban Lahiri ha conseguido hoy el primer hoyo en uno del torneo. El jugador indio, uno de los 13 debutantes en el British Open que ha pasado el corte, ha fabricado un tiro sensacional en el hoyo 9. Ha embocado con un hierro 9 desde 138 metros. Delirio en la grada del green del 8 desde donde se divisa este par 3. Es el segundo hoyo en uno de su carrera y el más glamuroso, aunque no se ha llevado ningún premio. Por cierto, el tiro es idéntico al que pegó Paul McGinley en 1996 y con el que consiguió también hoyo en uno.
– Dos nombres que están en el top ten y que merecen una distinción especial. Bill Haas (-3) ha aparecido de la nada para darse, por qué no, una opción de victoria. Su mérito: enlazar dos vueltas consecutivas de 68 golpes. El otro es Mark Calcavecchia (-2). El norteamericano de 52 años ganó el British en 1989 en su tercera participación. Tiene además un top ten en 1997. La semana que viene jugará el British Open Senior en Turnberry. Mucho, mucho mérito.
– Martin Laird ha protagonizado el castañazo del día. Ha hecho 82 golpes, la peor vuelta de este British Open. El castigo a semejante trastazo es jugar solo mañana en el primer partido del día. No obstante, seguro que habrá mucho público ya en el campo. Si no para seguirlo a él, que también, para ver el partido que irá justo detrás suya. Los resultados han emparejado a John Daly y Tom Watson. Una delicia.
– Francesco Molinari ya es el jugador que más calles ha cogido en este British superando a Tiger Woods. Sin embargo, el italiano no le ha sacado mucho partido. Marcha con +2 en la posición 33º. La explicación: sólo ha hecho 15 greenes a un putt. Por cierto, los mejores en este capítulo son Dale Whitnell, Matt Kuchar y Nick Watney, con 26 greenes a un putt.
– Una curiosidad que refleja cómo le pega a los hierros este muchacho que responde al nombre de Thorbjorn Olesen: es el mejor en este British Open en los pares 3 (-6). El siguiente es San Moon Bae (-5).
