Rafa Cabrera Bello tiene motivos más que suficientes para salir de Muirfield muy satisfecho. Ha firmado su mejor resultado en un grande y, de momento, mete la cabeza en el PGA Championship.
El jugador canario se despidió del Open Championship con una vuelta de 74 golpes para un total de +7, puesto 21º, mejorando el 47º que realizó en el US Open de Pebble Beach en 2010, su debut en los majors. “Es cierto que me hubiese gustado un poco más, como por ejemplo acabar entre los quince primeros, pero no es un mal resultado. Por lo pronto, es mi mejor registro en un grande”, afirma.
No obstante, Rafa se marcha de tierras escocesas con una asignatura pendiente para el futuro. El golfista de Maspalomas es muy reflexivo y, aunque apenas hayan pasado unos minutos desde que acabó su participación en el Open, tiene muy claro el diagnóstico. “Soy capaz de pegar muy buenos golpes, de mucha calidad y en condiciones difíciles, pero por otro lado cometo errores muy tontos, al menos dos cada día. Lo difícil lo hago bien y a veces fallo en lo más fácil y regalo golpes. Son esas pequeñas cosas que los mejores del mundo no hacen. Tengo que aprender de estos golpitos”, afirma.
Cabrera Bello es un tipo prudente y se muerde la lengua a la hora de hablar de objetivos. No obstante, por dentro está convencido de que antes o después estará luchando por los grandes. Ambición no le falta y capacidad de trabajo para mejorar y humildad, tampoco. “Me puedo considerar un todoterreno del golf. He conseguido jugar bien en todo tipo de condiciones y en todo tipo de campos, pero aún queda mucho trabajo por hacer y todo empieza por no cometer errores tontos”, apunta.
