Sergio García (+3) ha entregado una espléndida tarjeta de 68 golpes en la tercera jornada del Open Championship, el mejor resultado del día. Una situación más que interesante para el de Castellón, pues le ha permitido subir como la espuma en la clasificación y darse una buena oportunidad el domingo…
Las banderas estaban hoy netamente más sencillas que en las dos jornadas anteriores, tal y como vienen reconociendo todos los jugadores. Pero el coloso escocés se ha seguido defendiendo con soltura. Ahí están las pruebas. “Hoy al fin sí he sentido que estaba golpeando mejor la bola. Además he podido acabar con par birdie en el 17 y 18, y así acabar bien. No tengo ni idea de lo que puede ocurrir durante el resto del día… Como dice el dicho de Adidas, impossible is nothing, pero es algo complicado. El campo se irá poniendo difícil, pero también hay oportunidades de birdie si le pegas bien a la bola. Si al final de la jornada me quedo a siete golpes del liderato ya no habrá ninguna opción”, señalaba el jugador español. Y se quedó a seis.
Sergio ha pateado hoy mucho mejor: de los seis birdies que ha conseguido hoy, tan sólo uno estaba por debajo de los dos metros de distancia. Por el contrario, ha errado algún putt de par que no pasaba de esos dos metros… Lo uno por lo otro. Pero si hay que apelar a la suerte o a la mala suerte no queda más remedio que recordar las dos bolas que le han pegado en el mástil de la bandera tras sendas sacadas de bunker. En el 11 el asunto terminó en bogey tras golpear el mástil y saltar la bola a dos metros. Pero es que el 16 le negó al de Borriol un birdie que ya se cantaba en la grada tras un golpe maravilloso desde la arena. Lo bola tocó la base de la bandera e incomprensiblemente se salió.
García ha escalado muchos puestos en la clasificación hasta situarse en la undécima posición, a las puertas del top ten y a seis golpes de Westwood. “La motivación de estar en un Open es más que suficiente para salir ahí e intentar hacerlo lo mejor posible”.
Aún le queda alguna asignatura pendiente. Por ejemplo, la del hoyo 8, donde no deja de hacer bogeys una vuelta detrás de otra. “Hoy me ha dado más rabia, porque por fin había pegado dos grandes tiros y luego he hecho tres putts”, puntualizaba. Mañana aún tendrá una oportunidad de revancha. En el hoyo 8 y en el resto del campo.
