Jordan Spieth puede salir de St Andrews como Número Uno del mundo. Para ello, necesita ganar el Open Championship. No le vale otra cosa. Seguramente, en caso de levantar el domingo la Jarra de Clarete, lo que menos le importe al texano es ese Número Uno, pero conociendo la voracidad con la que devora registros impensables a sus 21 años, nunca se sabe.
Spieth se ha colocado a menos de 1.3 puntos de Rory McIlroy, que como ya saben no participará en el Open Championship por lesión. No hace tanto, el norirlandés era prácticamente inalcanzable, pero los éxitos del norteamericano han hecho que se haya colocado ya a rebufo.
Más allá de la posibilidad de que Spieth sea Número Uno, esta semana nos ha dejado el ascenso de Rickie Fowler a la quinta posición del ranking mundial tras su magnífico triunfo en el Open de Escocia. Mientras, Sergio García se mantiene en la décima posición, por lo que llegará al British metido de lleno en la élite del golf mundial. Un año más.
En cuanto al resto de españoles, destaca el regreso de Miguel Ángel Jiménez al top 50 del mundo tras su top ten en Gullane, así como la posición 74ª de Pablo Larrazábal y la 84ª de Rafa Cabrera Bello. El canario ha subido dos escalones esta semana.
Completan la presencia española en el top 300 del mundo: Alejandro Cañizares (146º), Nacho Elvira (284º), Gonzalo Fernández Castaño (293º) y Álvaro Quirós (299º).
Tiger Woods jugará el Open Championship como el Número 241º del mundo, justo por detrás de Ikjae Jang y por delante de Paul Waring.
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