Inicio The Open Championship The Open Championship 2017 Butch Harmon y la apuesta de los mil dólares sin bogeys
El famoso entrenador desvela el curioso juego de las prácticas del Open

Butch Harmon y la apuesta de los mil dólares sin bogeys

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Butch Harmon © Golffile | Eoin Clarke
Butch Harmon © Golffile | Eoin Clarke

Butch Harmon, entrenador y comentarista de televisión, ha desvelado uno de los secretos mejor guardados del Open Championship: la apuesta de los mil dólares sin bogeys que algunos jugadores hacen durante las rondas de prácticas del torneo de golf más antiguo del mundo.

«Mil dólares sin bogeys significa que si usted es capaz de completar los 18 hoyos del campo sin un solo bogey recibirá mil dólares de cada uno de los jugadores de su grupo», explica Harmon, que no quiso mencionar los nombres de los participantes habituales… ni sus últimos resultados.

«Muy rara vez estos tipos pasan del sexto o séptimo hoyo antes de que todos hayan hecho al menos un bogey. Eso explica lo difícil que es la apuesta. Aquí en el Open están los mejores jugadores del mundo y les resulta muy difícil terminar la ronda sin un solo bogey, así que… ¿qué oportunidad tenemos el resto de los ‘mortales’?», añade.

Ayer, ningún jugador se habría llegado esos mil dólares ya que nadie terminó el día sin bogeys en Royal Birkdale, mientras que el jueves los triunfadores de esta peculiar apuesta habrían sido Jordan Spieth, Matt Kuchar y Joost Luiten.

En esta 146ª edición del Open participan cuatro golfistas estadounidenses que trabajan en la actualidad con Harmon: el número 1 del mundo, Dustin Johnson, Rickie Fowler, Jimmy Walker y Gary Woodland. Harmon, en el pasado, también trabajó con Tiger Woods, Greg Norman, Phil Mickelson, Adam Scott y muchos más. Es uno de los grandes entrenadores del mundo del golf.

«Cuando juegas este torneo no importa mucho cómo estés haciéndolo últimamente, es un desafío en el que el aspecto mental supera al físico», explica Harmon en el hospitality de Mercedes-Benz, coche oficial del Open. «Es difícil estar ahí fuera. Con el viento, es complicado elegir el palo adecuado. Es un reto permanente», añade.

«Al final del día, los jugadores no sólo están físicamente cansados, sino que mentalmente acaban agotados. Hay que concentrarse al máximo en cada golpe, sin excepción, aunque sea un putt de un palmo con viento soplando. En los greenes de links como estos hay que tener en cuenta la velocidad y dirección del viento en cada putt, y eso mentalmente desgasta», confiesa.

«Birkdale es mi campo favorito de los del Open en Inglaterra, pero es muy complicado. Aunque, por otra parte, la lluvia ha hecho más receptivos los greenes. Este es un grandísimo campo de golf, pero como no estés jugando bien, los diablos te llevan…», relata.