Es un ritual litúrgico e inmutable. Lo primero que uno hace al entrar en el centro de prensa del Open Championship es lanzarse a por la previsión meteorológica de la semana. No es para menos. En ningún otro torneo del mundo influye el tiempo como en el British. Que si llueve, que si hace viento, que la tarde lo tiene más crudo que la mañana, que si frío, que si tormenta… Vaya por delante que hablamos de previsión, con lo que todo puede cambiar con el paso de las horas, pero lo cierto es que lo que dice del jueves no nos gusta un pelo.
Con la cautela propia que da la experiencia de otros años y que dicta que no siempre se cumplen a rajatabla las previsiones, y menos a tres días vista, sí tenemos que decir que conviene cruzar los dedos con lo que asegura el meteorólogo del Open. En principio, se espera agua para la noche del martes y el miércoles durante todo el día, por lo que se avecina un Royal Birkdale blando, largo y receptivo, aunque lo que más debe preocupar es la previsión del viento para el jueves, especialmente en las últimas horas de la tarde, es decir, cuando todos los españoles estarán en el campo. Ahí, a bote pronto, no hemos tenido suerte, aunque hay que cruzar los dedos y confiar en que no acierten.
Según dice la última previsión de hoy lunes al mediodía, el jueves hará una jornada bastante buena, soleada, con pocas nubes y vientos que irán creciendo en intensidad conforme avancen las horas. Tanto es así que el parte asegura que por la tarde tendremos rachas que podrían alcanzar los 50 kilómetros por hora. Es decir, la marimorena. Con cautela, pero la marimorena. Ni que decir tiene que los cuatro españoles juegan por la tarde, y bastante tarde, el jueves, por lo que podrían ‘comerse’ el peor viento del día.
Además, con las lluvias caídas el martes y el miércoles, todo apunta a que los primeros partidos de la mañana del jueves se van a encontrar a un Royal Birkdale bastante más receptivo y menos fiero, aunque eso no quiere decir que no tengan viento o que vaya a ser una bicoca. De hecho, la previsión habla de unos 30 kilómetros de viento, que es considerable, pero claro, lejos de los 50 que se esperan a última hora.
Esta es la primera noticia desagradable del Open en lo que respecta a los españoles, aunque insistimos en que hay que manejarla con cautela. La iremos actualizando cada día porque el asunto puede cambiar rápido por estas latitudes.
De hecho, curados como están de espanto en el Open, ni siquiera se atreven a avanzar a un boceto de lo que podemos encontrar a partir del viernes. Concretamente, la previsión oficial habla de “información incierta”. Seguirá soplando viento y se esperan más lluvias, pero no se concreta ni cantidad ni intensidad. Así las cosas, habrá que seguir pendiente del señor del tiempo. Mientras tanto, crucemos los dedos y que el jueves no sea tal y como lo pintan ahora…
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