El Royal and Ancient ha anunciado esta semana la renuncia oficial de Scott Piercy a jugar el The Open Championship. El golfista norteamericano, segundo en el US Open de 2016 en Oakmont, no ha ofrecido ninguna explicación pública de las razones por las que ha tomado esta decisión.
Tampoco se le conoce lesión alguna, al menos nada ha dicho él ni su entorno aunque no compite desde el Travelers Championship, torneo que se jugó la semana posterior al US Open. Así las cosas, su ausencia se entiende como la penúltima espantada de un golfista norteamericano del British Open.
Es habitual que prácticamente cada año haya noticias de algún golfista norteamericano que, clasificado para el Open Championship, declina la invitación por motivos de agenda. Hace cuatro años, en Hoylake, fueron dos casos muy sonados: Steve Stricker y Charles Howell III. No es ninguna novedad propia de estos tiempos. Esta aversión de algunos golfistas americanos a cruzar el charco para meterse en un links viene ya de lejos.
De hecho, Curtis Strange, protagonizó varios capítulos de este tipo en los años 80. Curiosamente, en 2014, cuando supo que Stricker y Howell III no jugarían en Royal Liverpool, comentó que aquella decisión que tomó de saltarse el British fue la peor de toda su vida.
Sea como fuere, Piercy no jugará la próxima semana en Royal Birkdale y su lugar será ocupado por Anirban Lahiri. También es baja oficial Ben Curtis, norteamericano y antiguo ganador del British. No obstante, en este caso se debe a una lesión. Su plaza será ocupada por Toni Finau.
Ahora mismo, los tres primeros reservas del Open son James Hahn, Danny Lee y el capitán de Estados Unidos de la Ryder Cup, Jim Furyk.
