El estadounidense Adam Hayes, caddie y amigo de Jon Rahm, ha concedido una entrevista en El Correo en la que desvela cómo han sido estos dos años junto al golfista de Barrika, cuáles cree que son sus mayores virtudes y de qué forma afronta el British Open de esta semana, en busca de su primer triunfo en un major.
Hayes deja claro que en estos dos años de trabajo junto a Jon, está disfrutando como nunca de su profesión, aunque ya imaginaba que sería un gran jugador: «Han sido increíbles, aunque tampoco me han sorprendido del todo. Sabía quién era Jon, sus virtudes, que era un jugador extraordinario desde el principio. Ha tenido mucho éxito y muy rápido, quizá eso sí ha sido sorprendente, aunque sabíamos que los éxitos iban a llegar».
El estadounidense se alegra de que el destino le haya unido al golfista español de una manera tan sólida: «Sin duda, me ha tocado el gran premio. Estoy encantado de trabajar con él y deseo poder hacerlo durante muchísimos años, pero en este negocio no se puede dar nada por hecho. Forma parte de las relaciones personales. Por ahora, todo perfecto».
«Ha tenido mucho éxito y muy rápido, quizá eso sí ha sido sorprendente, aunque sabíamos que los éxitos iban a llegar»
Entre sus confesiones está el momento en que se dio cuenta de que Jon era un jugador diferente. No tardó en apreciarlo… «Creo que un minuto. La primera vez que le vi pegar la bola fue en Arizona. Bueno, sería mejor decir la primera vez que oí cómo jugaba desde el tee con el driver. Escuché el sonido del impacto y me transportó a los más grandes pegadores. Y siendo español estaba claro que en el juego corto también iba a destacar como lo hicieron Seve, Olazábal y Sergio, que eran y son mágicos en el green. Pegándole tan bien a la bola en la salida y con esa mano española con el putter, la combinación era y es brutal», asegura.
Aunque lo que más le sorprende de Jon es la capacidad que tiene para sobreponerse a los problemas durante el juego: «Por eso es diferente al resto de jugadores, uno de los mejores del mundo. Puede estar jugando con el plan B o el plan C y aún así tiene opciones de ganar. Su capacidad para reaccionar y superar tropiezos no tiene hoy en día comparación con ningún otro jugador».
«Siendo español estaba claro que en el juego corto también iba a destacar como lo hicieron Seve, Olazábal y Sergio, que eran y son mágicos en el green»
«Es capaz de sobreponerse a todo. Y no sólo me refiero a que te salga mal un hoyo. Si en el torneo no siente que su juego fluye como debe, que tiene problemas en las salidas o en los greens, es capaz de superarlo y encontrar su camino», explica Hayes.
Eso sí, también le ha tocado lidiar con la fuerte personalidad del golfista de Barrika. Aunque es algo que entiende forma parte de su forma de ser: «La agresividad en el juego es parte del carácter natural de Jon. Si se lo quitas no tienes al verdadero Rahm. Y la gente olvida algo importante. Jon tiene veintitrés años, está en pleno proceso de madurez. Es un número uno, pero sigue en formación. Esa parte de su ser tiene que estar siempre ahí, con él, pero como un elemento que encaje con el resto de las piezas.
«La gente olvida algo importante. Jon tiene veintitrés años, está en pleno proceso de madurez. Es un número uno, pero sigue en formación»
Esta semana, con el Open Championship en combustión, Hayes ya suena con el primer triunfo en un major para Rahm. La ilusión por conseguirlo se le nota cuando es preguntado por el momento en que Jon consiga ganar su primer grande: «Pronto. Quizá esta semana…«. Algo que, como Adam reconoce, sigue siendo una obsesión para Rham: «Sí. Y es muy difícil porque hay una enorme concentración de grandísimos jugadores que lo pueden ganar, muchos más que en la época de Jack Nicklaus o Tiger Woods, con todos los respetos a cuando ellos ganaron. Es mucho más difícil ahora que hace diez años«.
Pero estrenar su palmarés de grandes en el British, el único que se juega en Europa, sería muy especial para el español… «Todos los grandes son importantes. Puedo entender su preferencia porque es el único que se juega en Europa y además es ganar en la cuna del golf«.