Inicio The Open Championship 2018 Crónicas de un árbitro desde Carnoustie Cámaras, fueras de límite y alivios razonables

Cámaras, fueras de límite y alivios razonables

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Las pantallas del Open van haciendo preguntas sobre las Reglas de Golf. © Golffile | David Lloyd
Las pantallas del Open van haciendo preguntas sobre las Reglas de Golf. © Golffile | David Lloyd

Debuto en un major, nada menos que en el Open, y, aunque no lo crean, un árbitro también tiene mariposas en el estómago. La ilusión y el honor de estar aquí pueden con todo, pero también hay mucha responsabilidad. Tengo muchas ganas de que empiece el torneo y vivirlo en primera persona.

Mediante estas crónicas intentaré trasladaros el día a día de un árbitro en el British, siempre desde un punto de vista divertido e instructivo. Porque sí, señoras y señores, las Reglas de Golf también pueden (y deben) ser divertidas.

De D. J. a Molinari, pasando por un elenco de candidatos nunca visto

Los árbitros también hacemos rondas de prácticas en el Open. En nuestro caso no pegamos golpes, pero repasamos el campo casi palmo a palmo para conocer todas las zonas donde pudiéramos tener algún problema. En principio, Carnoustie es un recorrido sencillo. No tiene muchas mijitas, para entendernos. Lo principal, obviamente, son las Obstrucciones Temporales Inamovibles (TIOs). Hay muchas, como es lógico y como pasa en todos los majors. Ya saben, carpas, gradas, grúas, etcétera… Nada demasiado grave.

Sí os contaré para abrir boca un par de curiosidades. La primera tiene que ver con el final de Carnoustie. Para mí y para muchos es uno de los más difíciles que se conocen. Los hoyos 16, 17 y 18 son hoyazos durísimos. Precisamente, en el 18 tiene el famoso fuera de límites. Por más que lo ves, no puedes dejar de alucinar. Está a poco más de diez metros a la izquierda del green, por lo que no sólo entra en juego, sino que puede ser decisivo, sobre todo en las condiciones que se van a jugar esta semana. La bola se puede ir fuera incluso botando en green…

Aparece Tiger y se te planta justo al lado en la calle de prácticas…

Al verlo en directo, he recordado aquella vez en la que Vijay Singh iba directo al fuera de límites, pero su bola rebotó en la valla verde que delimita el fuera de límites y acabó entrando en green. Cuando uno ve lo finos que son los barrotes de la valla, más entiende el golpe de fortuna que tuvo el gran jugador fidjiano.

Matt Jones saca de búnker. © Golffile | David Lloyd
Matt Jones saca de búnker. © Golffile | David Lloyd

Otra curiosidad del Open es que hay muchos búnkers que tienen un cámara incrustada en el talud para tomar imágenes espectaculares. Puede ocurrir que una bola acabe dentro del agujero que ocupa la cámara. No es fácil, pero puede pasar. En este caso, el jugador tendría alivio y casi con toda seguridad acabaría fuera del talud del búnker. El talud no forma parte del obstáculo, de manera que, después de droparla dos veces, y tras los distintos intentos por encontrar una zona donde la bola se mantenga quieta, lo más probable es que acabe jugando su bola desde hierba segada al ras.

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Y otro detalle curioso de las cámaras en los búnkers. Podría darse la circunstancia de que molestara durante el swing, por ejemplo en el follow-through. En ese caso, el jugador podría recibir alivio en el mismo búnker… Claro que hay alivios y alivios.

Os dejo esta imagen curiosa de Alexander Bjork la semana del Dunhill Links Championship (vídeo del European Tour) y os lanzo una pregunta. ¿Habría que darle alivio a este jugador en el caso de que al hacer el swing por ejemplo un codo suyo chocara contra la cámara? ¿Es un golpe razonable? Pues yo ya os digo que, en determinadas circunstancias, podría considerarse un golpe razonable y permitirse el alivio sin penalidad, eso sí, dropando dentro del búnker…

Os deseo un buen Open a todos.