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Tiger se aferra al Open para soñar a corto y medio plazo

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Tiger Woods, en su rueda de prensa © Golffile | Fran Caffrey
Tiger Woods, en su rueda de prensa © Golffile | Fran Caffrey

Tres años después de su última participación, Tiger Woods vuelve al Open Championship y lo hace completamente recuperado de los problemas físicos y personales que lastraron su carrera los últimos años. Además, tiene la convicción de que por las especiales características de Carnoustie, tal vez sea el major en el que más opciones tenga de pelear por la victoria.

Al menos es lo que responde cuando le preguntan si el British puede ser la mejor posibilidad para él de regresar a lo más alto del golf mundial: «Diría que sí, sinceramente, porque en los links no tienes que ser un gran pegador para poder ganar. Se puede conseguir». Obviamente, Tiger está mirando a un futuro a medio plazo. Ahora mismo no tienen ningún problema de distancia, es más, está entre los principales pegadores del mundo. Hay que recordar que su velocidad de palo está entre las más altas del golf mundial. Aunque no fuera este año, sabe que es el Grande donde más opciones tiene de ganar conforme vaya cumpliendo primaveras.

En la cabeza del Tigre están los grandes resultados logrados en las islas por Greg Norman, tercero en 2008, y Tom Watson, segundo en 2009, cuando estuvieron a un paso de levantar la prestigiosa Jarra de Clarete con los 50 años ya cumplidos (59 en el caso de Watson). «Las distancias pasan a ser un aspecto bastante discutible cuando juegas en un campo de links», asegura Woods. Sin duda, el californiano entiende que el British es casi el único escenario posible donde podría hacer realidad el gran sueño de toda su carrera, es decir, superar los 18 grandes de Jack Nicklaus.

Un martes en el Open Championship, entre bambalinas

En los últimos años, los pegadores han ganado terreno en el Masters. Y en el US Open, claramente, son los favoritos a la victoria, como ha demostrado Brooks Koepka en los dos últimos años. «Tú puedes llegar al Augusta National y ver que el campo crece más que de lo que puedes alcanzar. Pero en los links, puedes hacer rodar la bola. Puedo pegar un hierro tres y mandarla a 330 yardas. Incluso aunque fuera más viejo, podría utilizar una madera o un palo largo y mandarla a la misma distancia».

En cualquier caso, Tiger confía en no tener que esperar a años venideros para conquistar un nuevo grande, el ansiado decimoquinto de su carrera. Eso es al menos lo que buscará desde este jueves en Carnoustie. Los recuerdos no pueden ser mejores, ya que el último Open que ganó fue en Royal Liverpool en 2006, con unas condiciones de juego muy similares a las que se van a dar este año.