Inicio The Open Championship The Open Championship 2019 El ‘antidoping’ de los palos genera la gran polémica de este Open

El ‘antidoping’ de los palos genera la gran polémica de este Open

Compartir
Schauffele, en el Open © Golffile | David Lloyd
Schauffele, en el Open © Golffile | David Lloyd

El estadounidense Xander Schauffele se ha convertido en triste protagonista de este Open por un asunto delicado a la vez que polémico que podríamos definir como el ‘antidopaje’ de los palos. Después de mejorar nada menos que nueve golpes entre la primera ronda y la segunda, el golfista de La Jolla desveló los ‘problemas’ que había sufrido con su material el jueves.

«Tuve una pequeña discusión con The R&A que no fue agradable, la verdad», reconoció el cuatro veces ganador en el PGA Tour. Una disparidad de criterios por la decisión de la organización de calificar como no conforme al reglamento el driver Callaway Epic Flash con el que Schauffele tenía previsto jugar esta semana en el Royal Portrush Golf Club.

«Estuve haciendo pruebas con mi driver hasta el miércoles, y el jueves, por desgracia, no pude llevarlo en mi bolsa. Con el que llevé, no me sentí cómodo en el campo, y tuve que probar después en el campo de prácticas con dos cabezas diferentes. Hice algunos cambios en los pesos hasta que encontré una configuración adecuada, supongo», explicó Xander.

Jon necesita un récord de otro siglo para ganar el Open

Por segunda vez consecutiva, The R&A probó los drivers de 30 jugadores aleatoriamente para comprobar si su cara era demasiado elástica. O lo que es lo mismo, comprobó si el COR (Coeficiente de restitución) de los drivers era el adecuado. Es decir, si lanzas una bola a 100 millas por hora a un palo y rebota en la cara del palo, esa bola no puede salir a más de 86 millas por hora. De superarlo, sería el conocido como ‘efecto muelle’.

Por ejemplo, con el ERC2 de Callaway, un driver con el que se jugó en los 90, ese coeficiente de restitución se sobrepasaba y subió la media de distancia en el circuito de manera significativa. Se veían distancias unos siete metros más largas de lo habitual y la gran mayoría de los jugadores empezaron a usarlo. Por eso se estableció este control. Con Schauffele, las mediciones han probado que el COR de su Callaway Epic Flash no estaba dentro de los límites reglamentarios.

Xander ha sido el primer jugador en reconocer públicamente una prueba fallida con su driver, aunque calificándola como «injusta». «Estaría encantado de renunciar a mi driver si no es conforme al reglamento, pero potencialmente hay otros 130 jugadores en campo con un driver no conforme. He estado hablando con la R&A y espero que se tomen en serio mis comentarios porque no entraba en mis planes que lunes o martes de una semana de major se estén haciendo pruebas de mi material», explicó. Es decir, tira de la manta aunque sin dar nombres.

Se adelantan dos horas las salidas con otro ‘duelo’ Ryder para Jon

«¿Qué se puede hacer en estos casos? Pues hacer las pruebas a todos, eso es lo que pedí. Es claro y sencillo. Pero cuando lo dije no supieron cómo responderme. Eso sería lo más justo», finalizó Schauffele.

La R&A confirmó horas después que había seleccionado al azar a 30 jugadores para que sus drivers fueran sometidos a pruebas de elasticidad y que el de Xander no las superó. «Hemos trabajado con Xander y su fabricante para que pueda tener un número suficiente de drivers esta semana. Ofrecemos estas pruebas para que los jugadores comprueben si su material se ajusta a las normas y elegimos a 30 jugadores al azar porque consideramos que es una muestra razonable», explicó la organización.

Según Golf Digest, el de Xander Schauffele no fue el único driver que no superó las pruebas del COR. Al menos dos o hasta tres fabricantes distintos a Callaway sufrieron el mismo ‘problema’ esta semana en la previa del Open. Aunque ninguna marca de palos ha querido confirmar o desmentir la situación.