La magia de St Andrews se evidenció más que nunca este fin de semana, cuando un pequeño grupo de aficionados disfrutó de una experiencia absolutamente inolvidable: caminar por el famoso Old Course junto a Tiger Woods, cuando el tres veces campeón del Open Championship salía desde la Casa Club dispuesto a completar una nueva tanda de prácticas.
En vísperas del comienzo de la 150ª edición del prestigioso torneo británico, el Old Course permaneció abierto al público el sábado, por lo que los aficionados tenían libertad para moverse por todo el campo sin restricciones. Y la escena en cuestión se produjo sobre las siete de la tarde, hora local, cuando Tiger salió de la la Casa Club para familiarizarse con un lugar que conoce a la perfección.
Con varios aficionados y unos cuantos perros paseando por la calle bajo el sol del atardecer, Tiger Woods y su buen amigo Justin Thomas se convirtieron de inmediato en el centro de atención mientras caminaban por el hoyo 1 del campo después de haber decidido no jugar desde el tee.
Es comprensible que muchos de los allí presentes sacaran rápidamente de sus bolsillos sus teléfonos móviles para intentar inmortalizar su cercanía con la figura más mediática del golf mundial desde hace más de dos décadas. Pero otros se contentaron simplemente con caminar junto a él, dando gracias de haber estado en el lugar correcto y en el momento adecuado.
Esta fue una experiencia exclusiva del Old Course de St Andrews, sin necesidad de cuerdas y con la asistencia de apenas unos cuantos comisarios mientras los aficionados, entusiasmados con el momento, mantenían una distancia respetuosa. Más aficionados tuvieron la oportunidad de ver de cerca los preparativos de Tiger hasta altas horas de la noche, aunque los que caminaron junto a él en el primer hoyo seguramente tendrán un recuerdo muy diferente que os demás.
Tiger Woods jugará junto a Rory McIlroy, Georgia Hall y Lee Trevino esta tarde cuando se lleve a cabo la Celebración de los Campeones de The R&A. Será la penúltima puesta a punto del californiano antes de intentar pelear por la que sería su cuarta Jarra de Clarete… y su tercera victoria en el mítico St Andrews, la casa del golf.
