Inicio The Open Championship The Open Championship 2024 Michael Hendry nunca se había alegrado tanto de fallar un corte…
El neozelandés ha protagonizado una de las grandes historias del Open Championship 2024

Michael Hendry nunca se había alegrado tanto de fallar un corte…

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Michael Hendry © The Open

Viernes. Tarjeta de 78 golpes y un acumulado de +10. Michael Hendry se despide del Open Championship. Uno más que sucumbe a las garras de Royal Troon.

Esta podría ser una historia cualquiera, la de otro jugador más que no supera un corte en un Major. Sin embargo la de Michael Hendry es una de las grandes historias del Open 2024. El neozelandés no debía jugar este torneo. Es una excepción, bendita excepción.

Hace apenas trece meses el neozelandés estaba postrado en una cama de hospital, escribiendo una carta de retirada al R&A poco antes del 151º Open en Royal Liverpool. Se había ganado su plaza al terminar segundo en el World City Championship de Hong Kong, uno de esos torneos que otorgan plazas para el ultimo Major del año.

Sin embargo, pocas semanas después de su clasificación apareció un bulto en su barbilla al que Michael no dio importancia. Siguió compitiendo hasta que el cansancio le empezó a consumir. Le costaba incluso levantarse de la cama. Se encendieron las alarmas. El diagnóstico no pudo ser peor: leucemia.

Del cielo al infierno en tan solo quince días. Pasó de vivir uno de los mejores momentos de su carrera deportiva a tocar con los dedos el abismo de la muerte: «Lo que más me hacía sufrir era ver las fotos de mi hijo y pensar que podía crecer sin tener un padre».

A menos de un mes del tercer Major de su carrera tuvo que rendirse a la evidencia de la imposibilidad de jugar en Royal Liverpool y anunció que se retiraba del torneo. La respuesta de R&A supuso un gran estímulo para Hendry. Sentían mucho su noticia, pero le dejaban una puerta abierta a la esperanza: «Si dentro de un año estás lo suficientemente sano para hacerlo, nos encantaría que jugaras en Royal Troon». No es Royan an Ancient muy dado a grandes excepciones, pero este caso merecía una excepción. La persona por delante de la norma. El neozelandés reconoce que la noticia fue una gran motivación: «Creo que tuvo un gran impacto en mi recuperación».

Empezó un largo y doloroso proceso de recuperación. Debido a la quimioterapia, perdió 14 kg de peso y apenas tenía fuerzas para subir las escaleras. Aunque desagradable, fue eficaz. Michael Hendry podía considerarse oficialmente recuperado.

Era momento de cumplir el último paso en la recuperación: jugar el Open Championship 2024. «Para ser sincero, es un poco surrealista, sólo el haber estado en el torneo es como si me hubiera tocado la lotería», contaba Michael Hendry, que reconocía haber exprimido al máximo la experiencia.

El jueves tuvo tiempo de regalarse una vuelta de 74 golpes que le colocaban en el límite del corte. Mucho golf en esa sangre ya recuperada. Su tarjeta de 78 golpes el viernes no le importó lo más mínimo. La hubiera firmado con fuego hacía apenas un año cuando no sabía siquiera si se estaba viviendo sus últimos días de vida. Larga vida al golf y a estas historias que nos demuestran que la vida y el deporte suman mucho cuando van de la mano.