Por David Durán,
Algunas reflexiones a caballo entre la tercera y la cuarta jornada del US Open:
1. Miguel y Sergio se han quedado un pelín lejos del líder, pero aún tienen tanto que hacer este domingo… Me niego en rotundo a seguir dividiendo el mundo entre los que quedan primeros, los triunfadores, y el resto. Los dos españoles nos están haciendo sentir bien. Me basta. Debería bastarnos. Si además Tiger sufre algún cortocircuito hoy, mejor. Ojo. Hay que jugar. Del mismo modo que todos intuimos que Tiger ganará alguna vez un 'major' sin llegar primero a la jornada dominical, también hay que pensar que perderá alguno llegando como líder al último día. Piano, piano.
2. Para Miguel y Sergio: eso de apoyar desde la distancia es una obviedad y probablemente no sirve absolutamente para nada… Yo qué sé. Pero vamos a estar ahí unos miles de españoles. Con vosotros. Y puede que tenga que volver a acordarme unas cuantas veces más de la familia del realizador de la televisión americana como no nos enseñe más golpes vuestros… Vamos a estar ahí, podemos jurarlo.
3. Marca Villa un gol para España y gritamos: ¡¡gooool! De acuerdo. ¿Y qué gritamos cuando uno de Churriana o uno de Borriol embocan para birdie? No es tan sencilla la cuestión. No se puede gritar ¡¡birdieeeee!! Suena mal. Se queda coja la celebración. Les digo lo que hago yo: me apunto al clásico ¡¡vamooooos!! de Arancha, de Nadal. Vamos, vamos.
4. Otro guiño para Miguel y Sergio: ¿por qué no salís hoy a jugar vestidos de negro, como en Sawgrass, como en Wentworth?.
5. Este US Open está resultando una maravilla. La línea de actuación de la USGA en la preparación del campo parece la acertada: un campo complicado y los mejores sudando tinta, pero recibiendo el premio del birdie cuando hacen bien las cosas.
6. Una pataleta: ¿por qué cuando Tiger pierde rotundamente la calle la bola se le queda más veces jugable que a los demás? Seguramente no sea así, pero esa es la sensación que uno tiene… Será la impotencia. No deseo ningún mal al gran campeón norteamericano, pero con Jiménez y García rondándole (y Westwood, qué gran tipo el inglés) no es cuestión de tener piedad: señor Woods, si pierde usted la calle tenga la bondad de quedarse en un rough profundo y obscuro. Lo dicho, no es más que una pataleta.
7. ¿Qué pensaría Robert Karlsson tras comprobar que su compañero de partido el domingo iba a ser Miguel Ángel Jiménez?… Seguramente se dijo, sonriendo: "Miguel gana". Así ocurrió al menos esta misma temporada en Hong Kong y en Wentworth: sueco y malagueño salieron juntos el domingo y Jiménez cantó victoria.
8. El reto de Sergio es apasionante. Las cuentas son claras: necesita una tarjeta por debajo de 70 y esperar descalabros. Juega por delante y no siente ninguna presión. Ya ha ganado este año. Viernes y sábado anduvo cerca de reventar la tarjeta… Si lo 'ha aplazado' para el domingo, mejor que mejor. García ha mostrado en todo caso una gran madurez y entiende que en un US Open muchas veces vale más par en mano que cientos de birdies volando…
