El Open USA, ahora sí, apunta a su recta final. Vamos a ver si el cielo de Long Island aguanta todo lo que no ha aguantado esta semana. Vamos a ver también si no tiene que disputarse un desempate a 18 hoyos (ya saben: este ‘major’ es el único que decide así al ganador cuando hay empate en la cabeza después de los 72 hoyos). Porque en estos momentos, cuando los últimos partidos no han llegado todavía al meridiano de la ronda defenitiva, la cosa está que arde…
El partido estelar, Barnes y Glover, da señales inequívocas de ansiedad. Ambos pierden terreno. Están metiendo a un puñado de aspirantes en el torneo. Nos hubiera gustado ver ahí arriba a Sergio. Y a algún español más, por supuesto. Visto que no es posible, podemos asegurarles desde Bethpage que es posible palpar y saborear toda la magia y el drama del golf en una jornada como esta, sean quienes sean los protagonistas. Sin Sergio. Sin Jiménez. Sin Gonzalo, Quirós o Lara. Puede que incluso sin Tiger, aunque el número uno no desespera…
Mickelson combina aciertos y errores… Pero anda en la pelea. Seguro que a Amy le basta con su despliegue de juego de ayer. Sea como sea, el Open USA, los ‘majors’ en general, están por encima de los nombres y apellidos ilustres. Aunque se alimenten puntualmente de ellos, claro que sí. Por encima asimismo de los deseos y sueños patrios (envidiamos, es verdad, al enviado especial del Svensk Golf, medio sueco, que situado justo a nuestro lado en la inmensa sala de prensa, vibra con Hanson y Stenson, ambos luchando por un puesto en top-ten a estas alturas).
Un aficionado al golf, ustedes lo saben, termina sufriendo o vibrando con el desplome de Barnes (cuatro bogeys en ocho hoyos…) y las dudas de Glover. Con el intento de Hunter Mahan (una gozada de jugador…), los trompicones de Duval o la lejana carga de McIlroy.
Llegamos al momento de la verdad, los últimos nueve hoyos. Tiger, muy por delante de los últimos partidos, está en top-ten (qué raro…) y a cuatro golpes de la cabeza con un acumulado de -1 después de hacer dos birdies consecutivos en el 13 y 14. ¿Cuántos birdies más necesita? ¿Le valdría con llegar a -3?
Ahora mismo hay nueve jugadores en cinco golpes, los que separan a Glover (-5), jugando el hoyo 9, de Duval y Hanson, que marchan al par. Entre medias, Barnes con -3, Mahan y Fisher con -2 y Mickelson y Weir con -1. Todos ellos tienen opciones. Sea cual sea el rango de su nombre y trayectoria. El drama y la gloria no tienen nombre.
