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G-Mac, orgullo de Europa

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Tony Jacklin ya puede descansar tranquilo. Su nombre dejará de aparecer en cada previa del US Open. 40 años después otro europeo ha vuelto a ganar el Abierto de los Estados Unidos. Ha sido Graeme McDowell. Se acabó la maldición. El norirlandés se consagra para el mundo del golf en un escenario mítico como Pebble Beach. No podía ser en otro sitio, el recorrido más link al otro lado del Atlántico, muy similar a los campos donde creció G-Mac…

McDowell consiguió la victoria con un resultado total de par, un golpe menos que la gran sorpresa de la última jornada, Gregory Havret (+1). El francés jugaba con Tiger y no sólo fue mejor, de largo, que el Número 1 del mundo, sino que presentó la mejor tarjeta de todos los que se estaban jugando la victoria el domingo.

Así de sorprendente es el US Open. Lo que se intuía como un duelo entre Dustin Johnson y tres megaestrellas del calibre de Tiger, Mickelson y Els, acabó como un mano a mano entre McDowell y Havret. Los europeos fueron los mejores durante la última jornada. Aguantaron el tipo perfectamente mientras sus rivales se caían. Era una batalla de supervivencia.

El primero en desmoronarse fue, quién lo diría, Tiger Woods. El californiano empezaba con bogey en el 1 haciendo tres putts muy pobres y seguía con una escapada brutal en el hoyo 3 con la madera 3. Aquí salvaba el par de una manera increíble, pero eran los síntomas de lo que sería una mala ronda de golf. Es el signo inequívoco de que Tiger aún no ha vuelto a su mejor nivel. Dejó detalles el sábado, pero anda lejos todavía de la consistencia que siempre ha demostrado. Una vez más, viniendo desde atrás, Woods no gana un major. Se fue con una ronda de 75 golpes.

Mickelson atacó primero con un espectacular birdie en el hoyo 1 desde fuera de green, pero hay acabó su explosión. El putter no le acompañó. En el hoyo 4 tripateó desde unos cinco metros cuando estaba para eagle. Fue el principio del fin. No leyó bien los greenes. Se dejó opciones de birdie, pero no entraban, algo parecido a lo que le sucedió el jueves. De hecho, desde el 1 ya no haría ningún birdie más. Acabó con una vuelta de 73 golpes y un resultado acumulado de +3, curiosamente el mismo registro que Tiger. Un nuevo combate por el cetro mundial que acaba en tablas.

El Señor de Pebble Beach fue ayer maltratado por el campo. Dustin Johnson se derrumbó desde el principio y jamás tuvo capacidad de reacción. En el 2 hizo triple bogey, con golpe a zurdas en el rough de green incluido, y en el 3 perdía la bola en su tiro de salida y hacía doble bogey. Aún tenía tiempo y margen de maniobra para levantarse, pero nunca supo reaccionar, se fue cargando de golpes. Cuando ordenó su juego largo empezó a fallar en los greenes. Un suplicio que terminó con 82 golpes, la segunda peor vuelta del día.

Hubo momentos en los que Ernie Els parecía el candidato más sólido al triunfo,  sobre todo por su majestuoso comienzo con tres birdies. De hecho, estuvo rondando el premio gordo casi toda la vuelta, pero se empezó a caer en el ecuador y no supo reengancharse. El sudafricano hizo bogey en el hoyo 9 y en el 10 mandó su bola a la playa desde el tee de salida. Fallaba también el golpe después de dropar y terminaba con un doble bogey. Quedó tocado y nunca se llegó a meter de verdad otra vez en la pelea. Estaba a distancia, pero no conseguía ese birdie que metiera presión al dúo de cabeza.

McDowell y Havret, mientras, a lo suyo. Fueron los que menos golpes fallaron durante todo el día, pese a ser, posiblemente, los menos experimentados. Convivieron con naturalidad con la presión de un major. La victoria fue para McDowell porque supo administrar con mucha inteligencia la ventaja que traía de las tres jornadas precedentes y, sobre todo, por su extraordinaria seguridad para meter los putts cortos. No falló ninguno de menos de dos metros. A Havret le faltó algún birdie en los últimos nueve hoyos para haber metido presión a McDowell.

G-Mac consigue el mayor éxito de su carrera a los 30 años. En los últimos tiempos había elevado su rendimiento en los majors (17º en el Masters y 10º en el PGA) y venía de ganar el Open de Gales en Celtic Manor. Con esta victoria, este jugador tremendamente espectacular, mete los dos pies en el equipo europeo de la Ryder Cup.

La victoria de McDowell confirma que Irlanda es, en estos momentos, la gran surtidora de ‘majors’ para Europa. Los cuatro últimos han sido de Harrington (3) y éste de McDowell. El anterior ‘major’ europeo no irlandés lo consiguió Paul Lawrie en 1999, con el British. Tres meses antes ganó Chema Olazábal el Masters de Augusta.

En cuanto a los españoles, Sergio García terminó con una muy buena vuelta de 71 golpes, para un total de +9, en el puesto 22º. Rafa Cabrera Bello (+14) acabó con una vuelta de 72 golpes, puesto 47º y Pablo Martín (+27) se despidió con una ronda de 79 golpes, puesto 82º.

Pebble Beach ha sido el otro gran vencedor de este US Open. Sin necesidad de preparar un rough diabólicamente alto y sin unas condiciones meteorológicas especialmente adversas (ha hecho viento, pero nada exagerado), se ha defendido a la perfección. Los principales responsables han sido, sin duda, los greenes, firmes y rápidos como ningún otro en el mundo. Una vez más, la USGA celebrará esta noche que ningún jugador consiguió acabar el torneo bajo par.

Resultados