Que Miguel Ángel Jiménez no está de vuelta es algo que salta a la vista a poco que uno tenga el interés de echar un día entero en la cancha de prácticas de cualquier torneo…
Si es un US Open, mucho más. Pero si además, charla unos minutos con el malagueño y sale el tema de los resultados y los objetivos a corto y medio plazo, la duda se desvanece de inmediato…
Miguel anda con la mosca detrás de la oreja porque entiende que los resultados que está obteniendo en los últimos tiempos no van acorde a su juego. Le está pegando bien a la bola y no piensa tirar la toalla en lo que se refiere a estar en los grandes eventos, así como, por supuesto, en la Ryder Cup.
El primer objetivo que se ha metido entre ceja y ceja es meterse entre los cincuenta primeros del mundo. Ahora mismo, Jiménez está fuera del WGC Bridgestone de Akron, el Campeonato del Mundo que se juega justo antes del PGA Championship a principios de agosto. “Necesito meterme entre los cincuenta primeros y para eso hay que volver a jugar bien”, señala.
Precisamente, en esta lucha por volver a la zona noble del ránking mundial, Miguel está buscando soluciones día a día. Especialmente con el putter. El martes volvió a cambiar el grip. Después de varias idas y venidas entre el putter corto y el belly putter, parece que se ha decantado, de momento, por el corto. Eso sí, le ha cambiado la empuñadura. Sigue siendo gruesa, pero la forma ahora es redondeada, mientras antes era tipo ladrillo.
Jiménez ha recuperado la sonrisa. Su cuerpo tarda en hacerse al jet lag y a la vida norteamericana. Bueno, a esto último nunca llega a hacerse del todo.
El jueves, cuando empiece la acción, será el Miguel de siempre. No olvidemos que la Armada lo daba como favorito. No es la primera vez que el andaluz empieza un torneo con la idea de volver a meterse entre los cincuenta primeros del mundo y lo acaba firmando el domingo. Apuesten por ello. La última vez fue en el Andalucía Masters de Valderrama del año pasado. Necesitaba un buen resultado para garantizarse el Masters de Augusta de 2012. Y acabó segundo…
