Álvaro Quirós (+5) ha salvado el día de un modo u otro, según como se mire…
Bien porque su resultado no es ninguna tragedia en una jornada muy dura y peligrosa, o bien porque sus sensaciones no han sido nefastas, sino más bien lo contrario.
«Estoy contento. El único lunar que le pongo a la vuelta es un error mental que he cometido en el hoyo 16. El campo está muy duro, tanto que yo no sé si lo podrán poner mucho peor el domingo…», explicaba.
Y no le faltaba algo de razón. Por ejemplo, el de Guadiaro se las ha visto y deseado para parar bolas cerca de las banderas con un wedge en las manos. En ocasiones, es que ni siquiera lo intentaba porque no terminaba de tener claro el tiro…
La cuestión es que, salvo el lunar descrito, el jugador español se ha visto en faena, paciente y dispuesto. No es poca cosa si se trata de un US Open, donde se exige obligatoriamente la actitud, siquiera para meterse en el fin de semana.
Mucho peor lo ha pasado Miguel Ángel Jiménez (+11). El malagueño ha cazado sólo cuatro greenes. Muchos problemas desde el tee y aún más con los segundos tiros. En este campo, tal y como está el rough alrededor de unos greenes duros como piedras, así como las zonas de escapatoria, pensar en ese registro, sólo cuatro greenes, ya es en sí mismo un martirio.
