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Jiménez se abre paso a codazos

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El malagueño firma su mejor primera ronda en el US Open en los últimos ocho años

Hay dos movimientos que Miguel Ángel Jiménez no puede hacer con su codo derecho.

Ni puede coger peso en vilo con la palma de su mano hacia abajo ni puede apretar objetos con fuerza sin rabiar de dolor. Por suerte, esta molesta epicondilitis, conocida como codo de tenista, no le afecta en el swing. El resto, lo pone su carácter recio, demostrado ya en el pasado, como cuando jugó el Open de España de El Saler con la rodilla como una pelota de fútbol.

Jiménez se abre paso en el US Open a codazo limpio. Ha firmado 72 golpes en la primera ronda en Pinehurst, un resultado notable que lo deja a sólo cuatro golpes de los líderes acabado el turno matutino. “No puedo estar contento, ni descontento. He jugado bien (catorce greenes cazados) y me habría gustado acabar al PAR, pero esto es cuestión de paciencia y aún queda mucha tela que cortar”, aseguraba el malagueño nada más entregar su tarjeta.

Su +2 de hoy hay que ponerlo en perspectiva para darle el mérito que tiene. Es su mejor primera vuelta en el US Open desde 2006, cuando arrancó en Winged Foot con un resultado de 70 golpes. En el global, es su tercer mejor inicio de US Open en su historia, sólo superado por el citado de 2006 y por el 66 que firmó en el año 2000 en Pebble Beach.

Tampoco lo ha pasado demasiado bien Miguel en sus dos participaciones anteriores en Pinehurst. En 1999 sólo mejoró el 72 de hoy con un 70 el segundo día y en 2005 se quedó fuera del corte tras hacer 79 y 74. En definitiva, es su mejor resultado en el abierto de Estados Unidos de sus últimas seis vueltas.

Así las cosas, con las molestias en el codo, hay que darle valor a su resultado. Sí, es cierto que no le molesta a la hora de hacer el swing, pero hay que tener una concentración muy buena para saber aislar este problema en el campo y no afrontar cada golpe con el miedo a tener dolor.

Pero en fin, ya sabemos que Miguel está hecho de otra pasta.