Salió el sol en Carolina del Norte, subió el termómetro, desapareció la lluvia, ni rastro de humedad y se asomó tímidamente un desafiante viento del noreste. Conclusión: Pinehurst Nº2 ha sacado las garras.
Sí, esas famosas garras que hasta ahora estaban limadas por culpa de la madre naturaleza. Sergio García salió al campo y rápidamente se dio cuenta de que algo había cambiado. Una buena tercera vuelta y su US Open podría dar un giro radical. Y a por ello fue.
No empezó bien, pero como casi nadie. El hoyo 2 ha sido hoy un muro de dimensiones bíblicas: 515 yardas de par 4 con viento en contra. Una vez han pasado los 67 jugadores que superaron el corte resulta que sólo ha dado un birdie y 24 pares y la media de golpes es de 4.6. Y no es el único monstruo del día: ahí están el 4, otro par 4 de 542 yardas, también con viento en contra, al igual que el 12, 489 yardas y el 16, 531 yardas. Éste es el hoyo más difícil hoy. Entre los cuatro suman a falta de tres horas para acabar ocho birdies. Un desafío en toda regla.
Sergio comenzó con sendos bogeys en el 2 y en el 3, en ambos casos tras fallar el green y hacer approach y dos putts. En ese momento se le podría haber venido el mundo encima. Mucho campo por delante, muchos hoyos difíciles y con la carretera ya empinada. Sin embargo, se sacó de la manga un gran chip en el hoyo 4 para hacer el par y desde ese instante su juego fue sublime en unas condiciones muy complicadas.
Jugó el hoyo 5 de libro y pateó para eagle a tres metros y medio. Pateó también para birdie en el 6, 7, 8 y 9. Éste último lo embocó para ponerse al par en el día. En el 10 volvió a patear para eagle y la bola rozó el hoyo. Se colocó bajo par, el único que había en ese momento en el campo. Ese tramo de Sergio fue espectacular. Con un poco más de acierto con el putt podía haber metido mucha marcha a su US Open. Iba lanzado y podía esperarse cualquier cosa. Una vuelta de dos o tres bajo par y se metía muy arriba. De hecho, el +1 ya está entrando en el top ten.
En el hoyo 13 cayó un bogey tras fallar un putt cortito, aunque con una caída endiablada, y volvió a hacer bogey en el 15 y el 16, en ambas ocasiones tras no hacer la recuperación desde el búnker. En el 17 sí ejecutó un gran chip para salvar el par y en el 18 se le escapó una opción de birdie de dos metros y medio. Finalmente, Sergio ha hecho 72 golpes y se encuentra con +6. Acabará el día en el top 30, aunque por momentos pareció que su hachazo en unas condiciones brutales debería haber sido mayor. Mereció más. Entregadas 37 tarjetas, es decir, más de la mitad de los jugadores, nadie ha conseguido ganar al campo y el mejor registro es de Garth Mulroy (70).
Hoy le tocará sufrir de lo lindo a Kaymer. De hecho, empezó con dos bogeys en el 2 y en el 4, pero un eagle en el 5 equilibró la contiendad. Día largo para el alemán. Hoy puede ganar el US Open, pero también hoy puede meter a muchos en la pelea.
