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El PGA Tour desgrana los aspectos más relevantes del campo que acoge el US Open

Las 12 cosas que debes saber sobre Erin Hills

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Erin Hills © Erin Hills Golf Course
Erin Hills © Erin Hills Golf Course

¿Jugó usted el US Amateur de 2011? Suponemos que no, así que es bastante probable que no conozca demasiado Erin Hills, el campo que desde esta tarde acoge la 117ª edición del US Open. Así que, para ponerle al día, el PGA Tour ha preparado este fantástico listado con las 12 cosas que debe saber sobre el escenario del segundo major de la temporada.

1º No, no es un campo de links

Si usted identifica a Erin Hills como un campo de ‘links’ en cualquier bar de Wisconsin es bastante probable que, además de un buen guantazo, se quede sin salchichas ‘bratwurst’, queso y cerveza Old Milwaukee para el resto de semana. No se le ocurra ni pensarlo. Los diseñadores del campo son inflexibles con este tema y quieren que se conozca a Erin Hills como un campo ‘heartland’.

«Queremos estar seguros de que se hace esta diferenciación», señala Dana Fry a la web oficial del US Open. «Un campo ‘heartland’ está a mitad de camino entre un ‘parkland’ y un campo de ‘links'», añade. Y Mike Davis, director ejecutivo de la USGA, le da la razón: «No, amigos, no es un campo de ‘links’… Sí, hay vegetación ahí fuera, hace mucho viento, no hay demasiados árboles. Pero ya está».

2º El Shinnecock del Medio Oeste

Shinnecock Hills es el campo de ‘links’ de Long Island, en Nueva York, que ha acogido el US Open en cuatro ocasiones y que volverá a ejercer de anfitrión el próximo año y en 2026. Y es el campo con el que se compara habitualmente a Erin Hills.

Steve Stricker, nacido en Wisconsin, lo tiene claro: «Muchos de los hoyos de Erin Hills me recuerdan a Shinnecock. Tienen ese aspecto abierto tan peculiar… No es algo que haya visto habitualmente en nuestro estado». Davies, de la USGA, comparte la idea. «Esto es espectacular, se parece a las colinas de Shinnecock», dijo en 2004, la primera vez que visitó Erin Hills.

3º Primer US Open que se juega en Wisconsin

De los 116 US Open celebrados hasta la fecha, 65 se han disputado en la región de los grandes lagos (18 en Nueva York, 17 en Pennsulvania, 13 en Illinois, 7 en Ohio, 6 en Michigan y 4 en Minnesota). Este será el primer US Open que se celebra en Wisconsin, un estado con más de 700.000 golfistas entre sus 5,7 millones de habitantes.

«Llevan mucho tiempo esperando esta oportunidad», asegura Diana Murphy, presidenta de la USGA. Wisconsin ha sido anfitrión de otros 13 campeonatos de la USGA, incluido el US Amateur de 2011 de Erin Hills que ganó Kelly Kraft. Después de esta semana, Indiana será el único estado de los grandes lagos que no ha acogido aún un US Open, aunque sí recibió el US Open Femenino y el US Open Senior.

4º Kettle Moraine

Si aún no está familiarizado con este término, es hora de que se vaya preparando. Es muy probable que lo escuche varias veces esta semana. Es la región de Wisconsin donde se sitúa el campo de Erin Hills.

La USGA publicó un vídeo formativo sobre este tema, describiendo la palabra ‘moraine’ como una «masa irregular de deriva glacial no estratificada», mientra que ‘kettle’ es una «profunda depresión en forma de caldera provocada por una deriva glacial». En resumen, el lago Michigan Lobe, hace 30.000 años, en plena era glacial, retrocedió para formar un terreno ondulado con pequeñas depresiones donde ahora se asienta Erin Hills. No se acostará sin saber una cosa más…

5º Un par 72

Por primera vez en 25 años y novena desde la Segunda Guerra Mundial, el US Open se jugará en un par 72. La última vez que ocurrió fue en Pebble Beach, en 1992, cuando el hoyo 2, de 502 yardas, se seguía jugando como par 5. Desde entonces, el US Open se ha disputado generalmente en par 70, o en par 71 las dos últimas ocasiones que pasó por Pebble Beach con el ajusto de ese hoyo.

En Erin Hills, normalmente, se ha jugado con par 73, pero en 2009, después de algunos cambios, pasó a par 72. Davis, de la USGA, aseguró que la organización nunca pensó en reducir el número cambiando cualquiera de los hoyos de par 5 a par 4 porque «sinceramente, comprometería la arquitectura del campo en esos hoyos». Curioso detalle.

6º Fundamental evitar los búnkers

Hay nada menos que 138 en Erin Hills. Y a diferencia de la mayoría de campos, apenas hay fondos planos. «Son realmente peligrosos», asegura Davis. A los profesionales que, por lo general, no les importa que su bola termine en la arena, tendrán que cambiar su punto de vista esta semana su no quieren sufrir las consecuencias…

«Veremos golpes desde los búnkers que probablemente no hayamos visto nunca antes, o comentarios que no hayamos escuchados y que, sin duda, no serán gratuitos», asegura Michael Hurdzan, uno de los diseñadores de Erin Hills.

Conviene no perder de vista el juego de búnkers que rodea el green del hoyo 9, uno de los más difíciles y divertidos de Erin Hills. Desde algunos de ellos no sólo es casi imposible intentar llevar la bola hasta la bandera, sino que hay serias complicaciones para situarla en el green.

7º Calles anchas

Estos días ha habido bastantes quejas de algunos jugadores por el rough de festuca alto. Pero hay un asunto a tener muy en cuenta esta semana: la precisión con el drive tal vez sea lo menos importante en Erin Hills. Las calles son considerablemente más anchas que en la mayoría de campos abiertos de Estados Unidos, limitando la importancia del rough.

«Si comparáramos el ancho de las calles con, por ejemplo, Pebble Beach u Oakmont, me atrevería a decir que es casi un 50% mayor. Y en algunos casos, el doble», asegura Davis. «En la calle del 10, por ejemplo, podrían caber tres calles de Winged Foot».

La clave para los jugadores no será cazar calles, que se presume relativamente sencillo, sino encontrar la mejor posición para disponer de ángulos de tiro ventajosos en los segundos golpes. Un desafío importante para este US Open.

8º Tiros casi sin visibilidad

Por las colisiones de glaciares de las que hablábamos antes, Erin Hills tiene un importante desnivel que hace realmente difícil ver la bandera desde muchas zonas del campo. Davis confesó que en 14 de los 18 hoyos hay al menos «alguna zona ciega, que multiplica la mística del golf».

«Hay un montón de golpes semi-ciegos, o al menos tiros en los que no ves exactamente dónde estás golpeando. Y hay veces que no sabes dónde va a aterrizar tu bola. A veces ves el green, pero en ocasiones puede que no veas absolutamente nada, o sólo la parte superior de la bandera…». La imaginación de los jugadores se pondrá a prueba, sin duda.

9º ¿El campo más largo de la historia del US Open?

Hace algunos días, la USGA desveló el yardaje oficial de Erin Hills: 7.741 yardas. Esto lo convertiría en el campo más largo en los 117 años de historia del torneo, si finalmente se juega a esa longitud. Davis dijo el mes pasado que se jugaría sobre 7.692 yardas y que la longitud variará dependiendo de la disposición.

Por ahora, el campo más largo en la historia del torneo es Chambers Bay, que en su segunda ronda, hace dos años, se jugó a 7.695 yardas. Pero incluso superando esa cifra, Erin Hills puede no parecer tan largo porque hay cuatro pares 5, mientras Chambers Bay sólo tenía dos.

10º Pocos putts, greenes ‘fáciles’

¿Recuerdan esos greenes diabólicos a los que se enfrentaban los jugadores en los US Open? Pues no los verán esta semana en Erin Hills, donde las condiciones serán más ‘humanas’. La hierba tupida será más suave que en cualquiera de los últimos US Open, los greenes serán más grandes y no habrá excesivos elementos que compliquen las cosas a su alrededor. En varios hoyos es posible incluso patear desde fuera de green.

No hay greenes tortuga como en Pinehurst, ni greenes pequeños como en Pebble Beach, ni greenes extremadamente rápidos como en Oakmont… «Veremos mucho acierto en los putts en este US Open», asegura Davis.

11º Seamos flexibles

Erin Hills podría jugarse de forma diferente en cada una de las cuatro rondas debido a la gran flexibilidad que ofrece su diseño. Cada hoyo, excepto el par 4 del 11, ofrece al menos dos bases de salida distintas a elegir por la USGA. Y el par 5 del hoyo 10, eleva ese número hasta cuatro.

Dependiente de la distancia, la zona de golpeo puede ser diferente, y los búnkers pueden entrar en juego en una vuelta o no ser un factor a tener en cuenta en otra. Habrá flexibilidad para que el tee shot sea distinto en cada ronda.

12º Un final frenético en los seis últimos hoyos

Los seis últimos hoyos del domingo podrían ser un final sencillamente frenético para el US Open 2017. Hay dos pares 5 (hoyos 14 y 18), dos pares 4 (15 y 17) y dos pares 3 (13 y 16). Y la USGA tiene opción de transformar el 15 para que el green sea alcanzable con el drive desde el tee de salida.

Campos de par 72 como el TPC Sawgrass o el Augusta National Golf Club han demostrado que tener dos pares 5 en la parte final puede provocar auténticos fuegos artificiales en el devenir del torneo. La USGA espera lo mismo en Erin Hills…