Inicio US Open US Open 2017 El campeón siempre da una clave que los demás no vemos…

El campeón siempre da una clave que los demás no vemos…

Compartir
Brooks Koepka durante la ronda final en Erin Hills. © Golffile | Ken Murray
Brooks Koepka durante la ronda final en Erin Hills. © Golffile | Ken Murray

Nos situamos en el green del hoyo 13 de la última ronda del US Open. Brooks Koepka se deja un serio compromiso para salvar el par. Es un putt de poco menos de tres metros… En ese momento, la clasificación echa humo. Koepka y Harman están empatados en -13.

El norteamericano lo tira sólido y hasta con un puntito de violencia. Entra por todo el centro del hoyo. Acto seguido consigue tres birdies consecutivos, y definitivos, para ganar el US Open. El primero de ellos, en el 14, coincide con dos bogeys seguidos de Harman en los hoyos 12 y 13. Se rompe el US Open…

A ojos de cualquier aficionado o cronista, el momento clave de la vuelta final es precisamente ese birdie en el hoyo 14… Sin embargo, el campeón no lo ve así. Toca rebobinar la cinta. Volvemos al green del 13. Ahí justo está el instante más importante de la ronda final del US Open.

Koepka afronta ese delicado putt de par con ciertas dudas. Ha fallado dos seguidos desde la misma distancia en los hoyos 10 (para par) y 11 (para birdie). Los dos errores fueron idénticos. Putts tirados de manera muy tímida que no llegaron al hoyo.

El recuerdo está fresco y Brooks no está por la labor de que le vuelva a pasar. Estudia el putt por delante, por detrás y por cada uno de los costados. Lo mira con lupa y justo antes de tirarlo se dice: “Brooks, a tablero, que toque la parte trasera del agujero”. Así lo hizo. Y así entró. Con determinación y hasta un puntito de violencia.

Ese putt le dio a Koepka toda la confianza que necesitaba. Acto seguido consigue los tres birdies. Ninguno dado: metro y medio (14), tres metros (15) y cinco metros (16). Gana el US Open.

Así lo reconocía el campeón tras levantar el trofeo del US Open: “El putt clave fue el del 13, ése putt de par fue el que me dio la confianza necesaria. En el 10 y en el 11 había tirado dos putts muy pobres y tenía que ser más agresivo. Pensé en tocar la parte de atrás del hoyo. Lo hice y eso me dio confianza hasta el final”.

Ya ven, el campeón siempre encuentra una clave que para el resto había pasado desapercibida…