Jon Rahm sale del green del hoyo 9 y se pone a firmar autógrafos. A diestro y siniestro. Y no, no es una simple expresión. Empieza por la izquierda, uno a uno, y acaba por la derecha para goce de los que pensaban que una vez más se había puesto en el lado malo. “Thanks, Jon”, le dice un rubio local de Wisconsin que esperaba la firma del jugador de Barrika con un traqueteo nervioso de su bolígrafo sobre una bandera blanca del US Open. Sólo cuando Jon estampa su Jota alargada sobre el trapo recupera la respiración.
Jon no sólo firma autógrafos, también interacciona con el público, bromea, responde a preguntas, se muestra cercano y afable. Sí, recuerda mucho a Phil Mickelson. Si algún maestro hay en el golf mundial a la hora de estampar su rúbrica y atender al público ese es Phil. Un buen espejo, sin duda.
La actitud de Rahm no es sólo una espléndida muestra de educación, también es un vivo reflejo de lo cómodo que se siente en los grandes escenarios. Se mueve como pez en el agua. Está a gusto. Nada le impresiona, sino que trata de disfrutarlo. Devora cada experiencia nueva que vive y aprende.
A Jon le gusta Erin Hills. “Es divertido”, asegura a modo de resumen. Es un campo que desafía, que obliga a golpes distintos y ahí el de Barrika se encuentra en su salsa. “Es largo, pero también es ancho. Depende de la calle y del viento que sople hay zonas de caída de bola anchísimas”, afirma. No obstante, de todo el campo, Rahm ya tiene su rincón favorito, su particular joyita. Ni lo duda…
“Para mí el mejor hoyo es el 9. Es el par 3 más corto del campo (122 metros), pero es muy duro, muy difícil. Hoy he pegado un wedge y medio hierro 9, he botado a dos metros de la bandera y me he salido de green. Pero aquí se supone que están los mejores del mundo y es un hoyo en corto, déjala en green o haz la recuperación”, asegura. Le va la marcha…
Hablando de marcha, este miércoles se pondrá en movimiento muy pronto. A las 7.50 va a salir a jugar nueve hoyos. Lo hará por el 10. ¿Casualidad? ¿Capricho? ¿Azar? Nada de eso. Todo planeado al milímetro. El jueves juega la primera ronda a las 7.50 por el hoyo 10. Es decir, Jon hará mañana un simulacro con todos sus avíos. Su idea es jugar nueve hoyos, un poco de práctica y como muy tarde estar de vuelta en casa a la una para descansar. Porque esa ha sido otra de las obsesiones de Jon esta semana: llegar fresco al jueves. Ha jugado cada día nueve hoyos y combinado a la perfección el trabajo con el descanso.
Por cierto, la cámara fija de la USGA en el campo de prácticas le ha dedicado tanta cobertura como a Jordan Spieth, y Rory McIlroy lo ha citado con absoluta normalidad ante los periodistas en la sala de prensa del US Open como una de las estrellas que jugará el Irish Open, junto a Justin Rose y Hideki Matsuyama. Por si aún les quedaba alguna duda de la consideración que tiene el joven español.
