No se puede decir que Sergio García (-4) no haya intentando moverse en este generoso sábado de US Open, inaudito y seguramente irrepetible con tantísimas vueltas por debajo de setenta golpes en un par 72 como el de Erin Hills. En su caso, y vista la alta frecuencia de birdies que se estaba dando en el campo, habría necesitado algo así como un 67 para haberse dejado opciones razonables de victoria el domingo. Pues bien, no ha estado tan lejos como pudiera parecer: cualquiera que le haya visto jugar estará de acuerdo en que bien pudo llegar a un registro de este calibre, contando incluso con los errores que cometió, que evidentemente los hubo.
Tal y como él propio jugador reconocía, el tramo que va del hoyo 7 al 12 podía perfectamente haber dado un vuelco a su semana en tierras de Wisconsin, porque en estos seis hoyos pateaba una y otra vez para birdie desde distancias más que razonables… Ni una sola entró y, para colmo, en el 12, donde había pateado asimismo para birdie, fallaba el putt de vuelta desde un metro. Es muy probable que en ese momento se diera cuenta de que su lucha por la victoria estaba finiquitada.
O tal vez, bien pensado, ni considerara la posibilidad, teniendo en cuenta que a día de hoy parece haber conseguido no llevar las expectativas más allá del siguiente golpe. A lo mejor por eso, gracias a ello, finalizaba con dos birdies y al menos se daba el gusto de ganarle el pulso al campo. Este domingo, por desgracia, el campeón del Masters no estará en la lucha por el triunfo, pero en una jornada que se espera muy ventosa, seguro que García todavía va a enredar y a tener su momento de gloria.
Quizá haya que esperar al año que viene en Shinnecock Hills, escenario en el que con toda probabilidad el US Open recuperará su esencia de rompecorazones. A Sergio, sin ir más lejos, le parece que así debe ser, que este Grande tiene que seguir siendo una prueba despiadada, sin llegar a la sinrazón, pero despiadada al fin y al cabo. No es que sea masoquista, es que entiende que las tradiciones están fundamentalmente para respetarlas.
