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De repente, se pusieron a recortar el rough…

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Una potente brigada de jardineros cortando el rough del hoyo 14. © Tengolf
Una potente brigada de jardineros cortando el rough del hoyo 14. © Tengolf

Este martes se ha producido una situación realmente chocante en un US Open, teniendo en cuenta el ADN de este torneo y su legendario historial de escenarios terroríficos. La USGA, en una decisión con escasísimos precedentes, decidía recortar el rough en determinadas zonas de los hoyos 4, 12, 14 y 18. Recortar concretamente allá donde la hierba festuca crecía salvaje y libre, con tallos que superan tranquilamente el medio metro, ampliando por tanto el ancho de la calle.

¿Qué es lo que teme la USGA? ¿Qué le ha llevado a tomar esta singular medida? Da la sensación de que sencillamente no quiere cargar las tintas para evitar líos posteriores o polémicas, tal como la de los greenes de Chambers Bay, hace dos años. Y no será porque hayan llegado quejas de los pesos pesados. Antes bien, por ejemplo Rory McIlroy se había pronunciado al respecto en sentido contrario. El norirlandés asegura que va a coger mucho el drive y que entiende que van a jugar las calles más anchas que nunca ha visto en un US Open. “Si aquí estamos 156 de los mejores jugadores del mundo y no somos capaces de coger calle en estas avenidas, quizá sea mejor hacer la maleta e irse a casa”. Es cierto, el rough intimida, pero el ancho de las calles es por norma habitual muy generoso en este recorrido de Erin Hills.

Jordan Spieth, por su parte, califica el campo como duro pero justo y tampoco terminaba de entender el porqué de la medida. En cuanto a Jason Day… El australiano directamente no entiende que al llegar esta semana del año se escuche siquiera una sola queja respecto a la dureza del campo que toca en suerte. “No creo que ganar sobre par o bajo par signifique nada. La USGA puede preparar el campo como quiera. Si se gana con +5 está bien para mi, todos jugamos el mismo campo. No puedes quejarte porque un US Open sea un test muy duro físico y mental, es el sello de este torneo”. Realmente lo es, aunque la USGA va con un poquito más de cuidado este año, según parece.

Lo que parece cada vez más claro es que este US Open lo va a ganar casi con total seguridad un pegador muy potente. “No puedo decir que no me gustara ver todo el agua que ha caído el lunes y el martes sobre un campo que ya era largo y que se va a jugar aún más largo. Esta circunstancia beneficia a un grupo de jugadores y afortunadamente yo estoy dentro de ese grupo…”, señalaba con honestidad Rory McIlroy.