Rafa Cabrera Bello se tuvo que enfrentar este sábado a un desagradable incidente durante su tercera ronda en el US Open. Ocurrió en el hoyo 4, un largo par 4 que se jugaba ayer con viento en contra y cuya calle está escoltada por varias carpas de hospitalidad cuajadas de aficionados que atienden al golf cerveza en mano.
Los hechos ocurrieron cuando el jugador español estaba llegando al green. Un aficionado, sin venir a cuento, desde fuera de las cuerdas, en la parte derecha de la calle, profirió un insulto personal contra Rafa. Lo hizo en español, aunque con acento, delatando claramente su origen estadounidense.
En ese primer instante, Cabrera Bello prefirió dejarlo pasar sin darle más importancia de la debida, sin embargo, el aficionado siguió insistiendo en la misma línea y terminó colmando la paciencia del canario. Tras efectuar una sacada de búnker, se dio la vuelta, salió de las cuerdas y pidió explicaciones al seguidor. Finalmente, acabó llamando a la policía para que lo expulsaran de Shinnecock Hills. Rafa logró su propósito ante el aplauso unánime del resto de seguidores que vieron la escena completa desde el principio. Fue sin duda el momento más desagrable de la jornada y así lo cuenta el propio Cabrera Bello:
Hoy se ha notado mucha más gente en Shinnecock Hills que los dos primeros días del US Open. Con la llegada del fin de semana son muchísimos los seguidores que se han desplazado hasta Long Island. Como en cualquier aglomeración de público, hay de todo, pero es cierto que el comportamiento de algunos aficionados en momentos puntuales deja mucho que desear. Da la sensación, de hecho, que el golf pasa a un segundo plano. El plan es la fiesta, beber y estar con los amigos y son muchas las ocasiones en que interfieren en el juego con alaridos fuera de tono que obligan a los jugadores a reiniciar la rutina. Forma parte del US Open y mucho más, cuenta la prensa especializada, cuando se juega en Nueva York. Un factor más del torneo.
Hay ocasiones en que los comentarios del público son divertidos y arrancan la sonrisa del jugador, como el seguidor que le espetó a Rafa “sexy man” cuando estaba llegando al tee del hoyo 8. Sin embargo, también se aguantan muchas impertinencias y para eso tiene que estar también preparado el golfista.
