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El dilema de Jon con sus demonios

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Jon Rahm, durante la primera vuelta del US Open. © Golffile | Eoin Clarke
Jon Rahm, durante la primera vuelta del US Open. © Golffile | Eoin Clarke

Jon Rahm está convencido de que cada vez que se esfuerza por estar sereno en el campo, controlando sus arrebatos y manteniendo sus emociones atadas en corto, las cosas no salen bien. Es su tremendo dilema con sus demonios. Una frustración interna que le pesa y que quiere resolver de alguna manera.

Su actitud en la primera ronda del US Open ha sido exquisito. No ha tenido ninguna salida tono, ningún mal gesto. Ha sido el buen karma en estado puro. Ni cuando se le escapaba el birdie en el 16, ni cuando se le iba en el 17 después de pegar un tirazo y, ni siquiera, cuando terminaba con cuatro putts criminales en el hoyo 18. Y nos referimos a esas ocasiones concretas porque fueron al final de la vuelta, cuando el cansancio es más evidente y tras mantener una lucha sin cuartel durante las cuatro horas anteriores. ¡Chapeau!

Sin embargo, Jon no termina de ver que eso ayude a su juego, más bien al contrario. “Estoy muy orgulloso de cómo me he comportado hoy, pero cada vez que hago un esfuerzo por estar sereno y bajo control, no enfadarme, siento que no juego bien”, asegura. No hay que equivocarse con estas palabras de Jon. El golfista de Barrika sabe que el camino que ha elegido es el correcto. Tenía y tiene claro que debía mejorar su imagen en el campo y se puso manos a la obra. Los resultados han sido más que evidentes en un tiempo récord.

El asunto ahora es encontrar el equilibrio entre esa buena actitud y la agresividad necesaria para que su golf fluya en su máximo esplendor. “Necesito encontrar el balance adecuado entre estar sereno en el campo y la agresividad que siempre me ha empujado”, afirma.

Aquí tienen las declaraciones completas donde explica esta paradoja con la que quiere acabar cuanto antes. Por lo pronto, asegura que lo próximo que iba a hacer era hacer una llamada a Joseba del Carmen, su preparador mental, para tratar de poner en orden estos pensamientos.